DE MUJERES. La reina Isabel II ha reinado durante 70 años, convirtiéndose en un ejemplo de lo que un monarca debe ser. Respetada, muy querida y admirada por todos, son incontables sus logros, pero en esta ocasión rescatamos un entrañable gesto de coquetería que repetía en varias ocasiones: pintarse los labios en público.
Un maquillaje natural
La reina Isabel II siempre fue fiel a un maquillaje clásico y natural. Con una piel blanca porcelana que parecía empolvada, solía utilizar la barra de labios de Elizabeth Arden. De hecho, le encargó que creara un lápiz labial para que lo usara en su coronación en junio de 1953.
A lo largo de su vida, la reina Isabel II usó siempre sus lápices labiales que van de los tonos rosados al rojo intenso.
Pero lo que más nos gusta de su rutina de maquillaje es el hábito que tenía de retorcarse los labios en públicos.
Ese gesto tan coqueto y femenino que no dudaba en repetir en actos y eventos oficiales. Sin necesidad de espejo, sacaba de su bolso (ese que sobrevivió a las modas durante décadas) su mítico pintalabios y no dudaba en repasar el color delante de cámaras, altos cargos y todo el público en general.
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Aunque no es lo más protocolario y requiere cierta habilidad, la reina demostró siempre su gran dominio para el retoque en público.
Son muchas las estrellas de Hollywood, como Ava Gardner o Sofía Loren, que solían retocarse el maquillaje hasta en la mesa. Cuentan que la mítica Marlene Dietrich solía mirarse en la hoja de un cuchillo para hacerlo.
Isabel II se pintaba los labios sin espejo
Si algo agrada de la reina Isabel a sus súbditos, es la fortaleza que muestra en cualquier situación de su vida pública. Como sabemos, ha tenido situaciones delicadas a lo largo de su vida y siempre posee el mismo rostro, uno sereno, aunque todo esté grave.
La reina asistía a diversos eventos y fue entonces que disfrutó de un espectáculo de caballos de Windsor, mientras lucía un clásico vestido azul cubierto con un chal largo. Hasta acá, todo normal y esperado, pero lo que verdaderamente llamó la atención a las personas fue que en un momento sacó un labial de su bolso de mano y se retocó los labios.
Muchos supondrían que esto es algo común en las mujeres, sin importar de qué clase sean, pero sin duda ella posee una gran habilidad pues los pintó sin la necesidad de verse en un espejo.
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