SAN PEDRO SULA, CORTÉS. Con lentitud avanza en Honduras la vacunación contra el COVID-19 comparado con otros países de la región, pero, aún dejando de lado ese aspecto, las mascarillas continuarán siendo parte del diario vivir de todos los hondureños por varios meses más, incluso para quienes ya recibieron dos dosis de cualquiera de los fármacos disponibles, lo cual, lleva a la siguiente pregunta, ¿Por qué las personas ya inmunizadas deben someterse todavía a los protocolos de bioseguridad?
Para algunos ciudadanos resulta confuso ver que varios que ya han sido inoculados siguen procurando mantener distanciamiento social, se cubren con tapabocas y usan alcohol gel para desinfectarse las manos. Y entonces, «¿Para qué sirven las vacunas?», se preguntan. Es hasta un poco decepcionante, pues en marzo de 2020, se creía que iban a ser la solución inmediata a la pandemia. ¡Paciencia! La duda es completamente válida, pero, hay una explicación científica.
Para contestar a la interrogante de cientos de hondureños, TIEMPO Digital se contactó con la doctora Mary Lorena Vallecillo, compatriota que reside en Estados Unidos y se inmunizó con dos dosis Moderna. Y a pesar de eso, las mascarillas siguen siendo parte infaltable de su outfit.
La connacional dio a conocer tres escenarios contraproducentes que pueden ocurrir si una persona ya vacunada se confía y deja de lado las medidas de bioseguridad. Al mismo tiempo, dio un pronóstico de cuándo la humanidad, por fin, podrá decir adiós a las mascarillas.
1. Inmunidad tarda dos semanas
El primer determinante para continuar usando mascarillas sí o sí luego de recibir dos dosis contra el COVID-19 es que la inmunidad llega hasta dos semanas después de completar su cuadro de vacuna, dijo la doctora Vallecillo.
«(…) Sin embargo, en países como Honduras, se debe continuar usando mascarilla porque la mayoría de la población no está inmunizada aún», agregó.
Según datos hasta el 9 de mayo de la Asociación por una Sociedad más Justa (ASJ), sólo a 5,542 hondureños les han aplicado la dos dosis de cualquier vacuna contra el COVID-19, y al menos 74,491 personas han sido vacunadas con una dosis.
2. Los vacunados aún pueden contagiarse, y contagiar a los no vacunados
Lo segundo que se debe tomar en cuenta es que las vacunas son totalmente eficaces para que el COVID-19 no se desarrolle hasta una etapa grave y cause la muerte, sin embargo, no pueden garantizar al 100 por ciento que las personas no contraigan el coronavirus.
(…) «Y aunque protegen de complicaciones y muerte en la mayoría de los casos, no asegura que no nos podemos contagiar, y por ende, transmitir la enfermedad a personas no vacunadas que si podrían agravarse y fallecer«, dio a conocer Vallecillo. «Esa es la razón por la que los vacunados todavía debemos usar mascarilla», agregó.
3. Extra cuidado con personas vulnerables
Y la otra situación tiene que ver con las personas que tienen un sistema inmune débil porque padecen enfermedades de base o simplemente porque son de edad avanzada. La respuesta de sus organismos puede ser diferente, y por lo tanto, la vacuna podría perder efectividad.
«Personas con algunas enfermedades inmunitarias, como VIH o cáncer, aunque estén vacunadas deben protegerse usando mascarillas, porque, por su condición, quizá la vacuna no les proteja completamente», advirtió Vallecillo.
Dr Carlos Umaña: «No son infalibles»
Por otro lado, el doctor Carlos Umaña, presidente de la Asociación de Médicos de Instituto Hondureño de Seguridad de San Pedro Sula (IHSS-SPS) también conversó con TIEMPO y dio una serie de recomendaciones a sus compatriotas, tanto a los que ya se vacunaron como a los no.
«Las vacunas no son infalibles, tienen un porcentaje de cobertura, es decir, una eficiencia y una eficacia, que son dos cosas totalmente diferentes. La eficiencia es cuánto protegen contra el COVID-19«, que, dependiendo de la marca, puede ser de 80 % hasta 95 % «de forma global. Y la eficacia es que eviten la muerte, y todas alcanzan ese estándar», dijo Umaña.
¿Cuándo diremos adiós a las mascarillas?
Tanto Umaña como Vallecillo coincidieron en que la población deberá esperar un poco más para dar un adiós definitivo a las mascarillas.
«Nos podremos quitar los tapabocas hasta que, por lo menos, el 70 % de la ciudadanía de Honduras y del mundo entero esté vacunada», sentenció Umaña.
«Yo, personalmente, continuaré usando mascarilla hasta que pase la emergencia de la pandemia, y el 70-80% de la población esté inmunizada», concluyó la doctora Vallecillo.
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