LEMPIRA, HONDURAS. Amante de los caballos, de la naturaleza y del café, así era Iris Dariela Carvajal Bonilla, ganadora del premio «Taza de Excelencia Honduras 2021» y quien falleció, ayer, 26 de abril, a causa de un tumor cerebral.
Dariela Carvajal era una joven productora de café, de 21 años, originaria de la comunidad Esquimpara en el municipio de San Andrés, Lempira, en el occidente de Honduras.
La joven era muy activa en redes sociales y en cada imagen compartida dejaba saber lo feliz que era en la naturaleza.
Asimismo, se conoció que disfrutaba mucho de los libros y de las actividades físicas.
Con un estilo vaquero, Iris Dariela lucía radiante en sus fotografías, con una sonrisa que según allegados la caracterizaba.
La joven de 21 años, además, era pasante de la carrera de Odontología en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Premios como productora de café
Iris Dariela fue ganadora en dos ocasiones en la competencia de la «Taza de Excelencia en Honduras», de la finca Platanares. Logró el segundo lugar para el periodo 2020- 2021 y alcanzó el mejor precio de todo Centroamérica en una subasta internacional, superando al obtenido por otros cafés producidos desde México hasta Costa Rica.
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Su muerte
De acuerdo con los informes, la joven cafetalera llevaba varios años luchando contra un tumor cerebral.
Sin embargo, su cuerpo no resistió más y ayer perdió la vida.
Su muerte ha dejado dolor y consternación. Varias personas no han dudado en comentar cómo era y asimismo envían condolencias a sus familiares.
«Hay mucha tristeza en vuestros corazones por el fallecimiento de mi sobrina, Dariela Carvajal. Es muy difícil reconocer y aceptar que ya no está con vosotros, pero mi tranquilidad que tengo es que ella ya no está sufriendo más. No ha muerto, ha pasado a mejor vida. Siempre te recordaremos con amor y cariño, descansa en paz Darielita», comentó un tío.
«El dolor de tu partida nos embarga pero siempre voy a recordarte con esa dulzura que desde niña te caracterizó. ¿Con quién tendré esas conversaciones tan profundas? Compartimos juntas la pasión por la lectura, siempre era tan ameno hablar contigo; echaré de menos tus consejos, tu guía, tus regaños», dijo una amiga.
«Dejas huellas, dejas ejemplo de fe, de luchar inquebrantablemente por la vida. Agradezco infinitamente a Dios por prestarnos tu luz», continuó.
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