Si a la mayoría de nosotros nos pidieran que nos palpásemos los ganglios, lo más probable es que respondiésemos con el acto reflejo de llevarnos la mano bajo la mandíbula. Porque casi todos sabemos que están ahí y que también los hay en las axilas o las ingles, aunque en realidad los tenemos repartidos por todo el cuerpo.
Los identificamos más en determinadas zonas porque es donde son más fáciles de palpar, pero también podemos encontrarlos cerca del codo o detrás de las rodillas. Asimismo, solemos tener presente que a veces se “hinchan” pero no siempre conocemos por qué o si eso puede resultar peligroso.
Le puede interesar – ¿Úlcera en el estómago? Esto es lo que se recomienda comer
¿Cuál es la función de los ganglios?
Los ganglios forman parte del sistema linfático y podrían definirse como una especie de pequeños cubículos en los que viven unos huéspedes muy especiales y útiles: los linfocitos y los macrófagos.
Los linfocitos son un tipo de glóbulos blancos capaces de detectar sustancias que pueden dañarnos (virus, bacterias, hongos, células que están alteradas como ocurre con las cancerígenas…) y de atraparlas.
Los macrófagos, por su parte, se encargan de destruir esas sustancias dañinas. La inflamación de los ganglios se debe a la activación de este proceso, básico para que nuestro sistema inmune pueda defendernos con eficacia.
Que se inflamen es buena señal
Que se inflamen los ganglios (lo que se conoce como adenopatía) indica que nuestro sistema inmunitario funciona bien y que está intentando combatir algún tipo de infección que puede estar causada por bacterias (como la tuberculosis), virus (como la gripe o la mononucleosis infecciosa), hongos o parásitos. Si lo detectas, no te asustes porque, como has visto, es una reacción natural para aislar y derrotar a los microorganismos dañinos.
Cuando un ganglio está inflamado, suele moverse un poco al tocarlo y puede doler ligeramente cuando la inflamación se debe a una infección local.
Pueden inflamarse muchos a la vez
Cuando sucede se habla de adenopatías generalizadas y suele producirse ante enfermedades de las llamadas sistémicas (afectan a todos los componentes de un mismo sistema) que pueden ser benignas y estar producidas por virus.
A veces pueden indicar algo grave
Aunque sucede con bastante menos frecuencia, a veces las adenopatías se producen por causas distintas a la infección (que también podría ser grave).
En ocasiones son ciertos medicamentos o una vacuna los que las generan. Pero también pueden ser una respuesta a enfermedades del sistema inmunitario (artritis reumatoide, lupus…) y, en algunas ocasiones, responden a la presencia de un tumor.
Que hacer para bajar la hinchazón
No es necesario medicarse con este objetivo. Lo que debe hacerse en realidad es tratar la causa que origina la adenopatía, es decir, la enfermedad de base que está provocando que esa inflamación se produzca, no el ganglio en sí mismo.
Ten en cuenta que, aunque muchas veces sí que vuelve a sus dimensiones habituales, otras el ganglio puede continuar inflamado incluso algunas semanas después de que la infección ya haya sido superada.
Lo que hay que vigilar es que vaya disminuyendo de tamaño progresivamente y que, en ningún caso, crezca ni se acompañe de otros signos de alarma como dolor, fiebre…
¿Cuándo hay que preocuparse?
Si está caliente y duele, hay que ir al médico
Son dos señales de que la inflamación del ganglio puede responder a algo grave. Pero hay otras más:
- Que tenga un color rojizo
- Que no deje de crecer
- Que sea duro
- De contorno irregular
- Y no pueda moverse con el dedo
También debe alertar que su presencia se acompañe de otros síntomas como, por ejemplo:
- Dolor en las articulaciones.
- Fiebre (más de 38º C).
- Sudoración.
- Pérdida de peso.
- Cansancio excesivo…
Si alcanza un gran tamaño
Los ganglios tienen diferentes medidas que pueden variar a lo largo de la vida. Sin embargo, los que son mayores de 2 centímetros de diámetro hay que controlarlos porque pueden no responder a un proceso inflamatorio benigno.
Si un ganglio alcanza más de 4 centímetros hay que estudiarlo lo antes posible puesto que las probabilidades de que haya una enfermedad seria detrás de una inflamación tan grande son bastante altas.
A mayor edad, más complicaciones
Los ganglios inflamados en adultos que tienen más de 50 años, sobre todo en el caso de los hombres más que en las mujeres, hacen pensar en procesos tumorales antes que en infecciosos por lo que es necesario consultar con el médico siempre que se inflame uno.
Fuente: Saber Vivir
Nota para nuestros lectores:
? Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp. Haga clic en el enlace: https://bit.ly/2Z2UF3j.