Redacción.– En plena pandemia de COVID-19, a los síntomas hasta ese momento conocidos para una infección viral respiratoria se sumaron otros menos comunes.
Así, quienes daban positivo al test para detectar al SARS-CoV-2 presentaban, además de tos, fiebre, dolor de garganta y decaimiento general, pérdida del gusto y el olfato como una señal típica de la enfermedad. Luego, se vio que algunas mujeres manifestaron sufrir interrupciones o cambios en su ciclo menstrual como consecuencia del cuadro viral.
Ahora, pese a que la urgencia de la crisis sanitaria cedió paso a un estado pandémico bastante parecido a la “normalidad”, los especialistas comenzaron a reportar una serie de manifestaciones inusuales para una infección viral respiratoria. De hecho, no se habían observado hasta el momento tampoco en casos de coronavirus.
En este contexto, un estudio de más de 60.000 personas que dieron positivo a COVID-19 e informaron sus síntomas, encontró que un pequeño porcentaje experimentó zumbidos en los oídos, dolor en los ojos, erupciones cutáneas, ronchas rojas en la cara o los labios, pérdida de cabello y dolores articulares inusuales.
Asimismo, otro análisis más amplio de más de 600.000 personas en Gran Bretaña dio cuenta de que una fracción de las personas con coronavirus también desarrollaron llagas moradas y ampollas en los pies. Además, presentaban entumecimiento en todo el cuerpo, entre otras enfermedades.
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Los médicos no están seguros de por qué solo algunas personas desarrollan estos síntomas inusuales.
El doctor Mark Mulligan es especialista en enfermedades infecciosas del NYU Langone Health, un centro médico académico ubicado en la ciudad de Nueva York. Él consideró que “cada enfermedad infecciosa tiene manifestaciones comunes y poco comunes”. Y agregó: “A medida que aprendemos más sobre el coronavirus podemos comprender mejor las causas subyacentes detrás de estos síntomas poco frecuentes, pero hasta entonces, son en gran parte conjeturas”.
Para él, “la genética podría jugar un papel importante” en la manifestación de estos síntomas. También, “el estado de vacunación también podría tener algo que ver, ya que una persona no vacunada podría tener una infección más grave. Esto podría generar un curso diferente de síntomas”. “Los científicos también descubrieron que el coronavirus puede ingresar al torrente sanguíneo en una minoría de personas -señaló-. Lo que significa que es posible que el virus pueda ingresar a varios órganos del cuerpo y causar síntomas más allá del sistema respiratorio”.