SALUD. La cistitis es una infección urinaria que afecta a la vejiga. La infección urinaria es la enfermedad más frecuente del aparato urinario y de todo el organismo después de las respiratorias. En el ámbito hospitalario es la infección más usual.
Se define como la presencia de gérmenes en la orina. Habitualmente son bacterias (bacteriana) y excepcionalmente, hongos (micótica) o virus (vírica). Se pone en evidencia mediante el cultivo de la orina en medios de crecimiento apropiados.
La cistitis se define por un cuadro clínico característico de dolor o escozor miccional, frecuencia miccional muy aumentada y escasa (polaquiuria), sensación permanente de deseo miccional (tenesmo) y a veces orina sanguinolenta (hematuria). El cuadro cursa siempre sin fiebre.
Si hay fiebre, indica que además otro órgano está afectado. En un varón puede ser la próstata el órgano afectado. El cuadro se denomina prostatitis aguda.
Si el órgano afectado es el riñón, el cuadro se denomina pielonefritis aguda y se caracteriza por fiebre, escalofríos, dolor lumbar, malestar…, acompañado de bacteriuria significativa.
Lea también: Dieta para la esofagitis: ¿Cómo deberías comer?
Los síntomas más habituales son:
- Dolor o escozor miccional.
- Frecuencia miccional muy aumentada.
- Sensación permanente de deseo miccional.
- Orina sanguinolenta.
¿Cuáles son las causas de cistitis?
Los gérmenes habituales proceden de las heces (enterobacterias). El protagonista absoluto es el Escherichia Coli, responsable del 85% de las infecciones no complicadas en mujeres sexualmente activas, del 70% de las infecciones no complicadas del adulto y del 50% de las infecciones hospitalarias.
Después del E. Coli, los gérmenes más comunes son: Proteus, Klebsiella, Enterobacter, Citrobacter, Pseudomona, Serratia, Stafilococo Streptococo Faecalis y, especialmente, el Stafilococo Saprofíticus (15% de las infecciones en mujeres sexualmente activas).
¿Cuáles son los factores de riesgo de la cistitis?
Hay factores demográficos (pobreza, ambiente nosocomial -hospitalario-, embarazo), urológicos (sondas, anomalías, cálculos, obstrucción), médicos (diabetes, inmunosupresión) y de comportamiento (los anticonceptivos tipo barrera aumentan cuatro veces el índice de infección, el riesgo aumenta 40 veces en la mujer sexualmente activa) que facilitan la infección urinaria.
Para considerar que existe una cistitis, el crecimiento de bacterias en el cultivo de orina debe demostrar bacteriuria significativa. Después, es necesario identificar la localización anatómica de la infección, utilizando los síntomas clínicos y, si es necesario, exploraciones complementarias.
Por último, hay que indicar si se trata de una:
- Primoinfección o infección aislada.
- Infección no resuelta.
- Infección recurrente: bien por persistencia bacteriana o mucho más frecuentemente por reinfección, que se define por 2 cistitis sintomáticas en menos de 6 meses o más de 3 en 12 meses.
Nota para nuestros lectores:
? Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp. Haga clic en el enlace: https://bit.ly/2Z2UF3j.