REDACCIÓN. Los malos hábitos no son buenos compañeros de la salud y, por tanto, tampoco lo son para tener un cabello fuerte y sano. Son muchos los factores que influyen en la caída del pelo, como la predisposición genética o el estrés. No obstante, su debilitamiento también viene, en algunas ocasiones, por la falta de determinados nutrientes y vitaminas o por el exceso de alimentos poco o nada aconsejables, como grasas, azúcares o bebidas alcohólicas.
Cierto es que, por si sola, una dieta saludable no va a resolver los problemas capilares, aunque una mala alimentación sí puede empeorar el estado del cabello. Por ello, hay ciertos alimentos de lo que no hay que abusar, para evitar quedarse sin cabello.
Azúcar
Es el mejor amigo de la alopecia masculina y femenina. Su consumo excesivo dificulta el control del estrés, provocando una disminución de los niveles de determinadas hormonas y proteínas, como la B y la E, necesarias para mantener un pelo sano y fuerte.
No sólo hay que tener especial cuidado con las golosinas, chocolates y dulces, también con los carbohidratos simples o refinados. Al ingerir demasiadas galletas, pasteles, pan o cualquier producto hecho con harina blanca se está tomando una gran cantidad de azúcar, lo que impide la absorción de nutrientes necesarios para el crecimiento del cabello y, por tanto, afectarán y debilitarán a los folículos.
Embutidos y grasas
Consumir comida rápida, alimentos fritos o con un alto contenido en grasas daña la regeneración capilar, al estar relacionados con el aumento de la testosterona, lo que puede acelerar su caída. Asimismo, no sólo es posible que se resienta el pelo y se vea más grasiento, además favorece que la circulación sanguínea no sea la correcta en ninguna parte del cuerpo, ni siquiera en la zona del cuero cabelludo.
Pescados y mariscos crudos
En grandes cantidades, no contribuyen a tener un pelo sano. En este estado contienen elevados índices de mercurio, una sustancia muy presente en los pescados azules como el atún o el pez espada, y este metal está asociado a la pérdida de cabello.
Alcohol
No hay que olvidar que las bebidas alcohólicas pueden ocasionar un aumento en la caída del cabello. Su consumo en exceso provoca que no se absorban correctamente algunos minerales que estimulan la salud y el crecimiento del pelo, como el zinc. Por otro lado, el alcohol deshidrata el cuerpo, incluido el cuero cabelludo, por lo que se resentirá y se volverá más débil y quebradizo.
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Refrescos
Ya sean con o sin azúcar, abusar de ellos perjudica al cabello. De hecho, los edulcorantes artificiales como el aspartamo, que sustituyen a los azúcares en las versiones light, también lo debilitan y hacen que se caiga con más facilidad. En cualquier caso, el abuso de estas bebidas no es bueno, puesto que algunas contienen cafeína, otra sustancia que genera deshidratación, así que tampoco es aconsejable excederse con el café.
Sodio
Como ocurre con el resto de esta lista, excederse con productos con alto contenido en sal dificulta el tener un pelo fuerte. Al contrario, puede resecarlo, hacer que pierda volumen, frenar su crecimiento y, en definitiva, acelerar su caída.
Fuente: Doctor Antonio Burgos.
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