REDACCIÓN. El cuidado de la piel es de lo más importante, porque nos refleja mucho de nuestra salud e higiene. En efecto, la limpieza y luego hidratación es vital para mantener el cuerpo, y la piel, sanos, algo que va mucho más allá de la estética.
Pero la piel también nos dice cómo está nuestro cuerpo por dentro y podemos notar en ella señales de enfermedades u otros, por ejemplo, problemas de funcionamiento de hígado, riñón o hasta diabetes, según señala el diario El Español.
Lo importante es conocer qué detalle o qué signo es indicativo de qué. En este caso, hablaremos de los puntos rojos en la piel, que parecen una especie de mancha o lunares, distinguibles a simple vista y que de entrada llegan a preocuparnos.
Lo primero que hay que aclarar es que son benignos, no indican un problema interno de salud y en corto, si aparecen, no hay de qué preocuparse. Son lesiones puntiformes cutáneas, es decir, de origen vascular, rojizos porque son tumores, como decíamos benignos, compuestos de pequeños vasos sanguíneos.
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Angioma
«Se les llama puntos rojos desde un punto de vista coloquial, pero no es lo más correcto. El término sería angioma, angioma cherry o angioma senil, aunque este último término no me gusta mucho», explica Eliseo Martínez, coordinador del grupo español de Epidemiología y Promoción de la Salud de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
«Esto le puede salir a gente muy joven, incluso se puede presentar en la infancia», recalca el experto, añadiendo que en el general, pueden empezar a salir alrededor de los 20 o 30 años de edad y conforme crezcas, más y más te irán saliendo.
Tampoco son propiamente lunares, aunque lo parezcan, y es recomendación de los médicos que si ves que crecen o tienen un aspecto irregular, puede que no se trate de un angioma cherry y lo mejor es ver a ver a un especialista.
¿Por qué salen?
La cosa es que no representan un problema de salud. «El hecho de que salgan esos puntos no quiere decir que la persona tenga una enfermedad ni que haya un problema interno o algo funcionando mal… son algo fisiológico, como las canas, van saliendo, pero no tienen más trascendencia», dice Eliseo Martínez.
También es probable que tengan un carácter hereditario, es decir, los científicos creen que es probable que aparezcan en niños cuyos padres tienen estas mismas lesiones cutáneas. Según una investigación de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia sobre el angioma, no hay en efecto factores predisponentes, más allá del propio envejecimiento cutáneo.
Pero señalan que «el estrés o la exposición a determinados productos químicos, como ciclosporina, bromuros, gas mostaza o 2-butoxietanol, son agentes que pueden contribuir a la aparición y crecimiento«. «Sólo en casos excepcionales, con un número elevado de lesiones, su aparición también se ha relacionado con enfermedad hepática o cirrosis», finalizan.
Si aún así, por razón estética quisiera removerlos, hay opciones, la electrocoagulación, la crioterapia o la aplicación de láser o luz pulsada. Cada caso es diferente así que aunque lo regular es una o dos sesiones, tendrás que consultar con tu dermatólogo o médico.
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