Tegucigalpa, Honduras.- Como una situación grave, delicada y peligrosa calificó el psiquiatra Javier Uclés la falta de fármacos en el Hospital psiquiátrico Mario Mendoza de Tegucigalpa, capital de Honduras.
Desde hace varias semanas los pacientes han reclamado por la escasez de antidepresivos, sobre todo de clonazepam. Muchos pacientes llegan casi todos los días buscando sus medicinas, pero salen con las manos vacías sin que se resuelva la problemática.
Este martes, varios ciudadanos esperaban ingresar para adquirir sus medicamentos, sin embargo, la respuesta de los funcionarios sanitarios fue: «regrese después».
«Nosotros venimos a traer medicamentos, venimos desde Marcala, La Paz. Ayer vine pero nos dijeron que esperáramos y regresara hoy porque no hay medicamentos», denunció Valentina Blanco.
Asimismo, otra mujer expresó que «he escuchado que no hay medicamentos. Debería haber todos los insumos porque son bien caros y hay personas que vienen desde largo y vienen a nada».
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Un peligro, según psiquiatra
En tal sentido, Diario TIEMPO contactó con el psiquiatra Javier Uclés, quien dijo que se trata de «una situación delicada y peligrosa en un momento dado porque no solo llevaría a que la gente empeore, sino que de nada sirve lo que se está haciendo porque, si el medicamento solo se da de una manera esporádica, no tiene ninguna efectividad».
Además, advirtió de los riesgos que corren los pacientes al no contar con los antidepresivos. «Es malo, hace daño al paciente, lo hace sufrir mucho y es una calamidad tremenda», dijo.
Agregó que el fármaco clonazepam es, especialmente, de vital importancia, puesto que, si no se toma en debida forma y tiempo, puede conducir a la muerte al paciente.
«El clonazepam se ha puesto de moda y todo mundo lo receta. Lo que sucede es que, al dejar de usarlo, se produce un cuadro de locura, un cuadro en que la persona no aguanta más y se tenga que suicidar o hacerse daño él solo o a los demás», advirtió.
Añadió que los pacientes, al dejar de tomar un medicamento sin que el médico lo apruebe, llegan a sufrir alucinaciones y enloquecer.
Indiferencia del Gobierno
Finalmente, Uclés cuestionó no ver avances por parte de las autoridades sanitarias para dar respuesta a los pacientes.
«Se ve indiferencia, no hay velocidad, no hay rapidez, no hay consciencia; supuestamente el paciente es la persona más importante en un sistema de Salud«, afirmó.
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