TEGUCIGALPA, HONDURAS. A más de un año del asesinato del supuesto narcotraficante Nery Orlando López Sanabria, mejor conocido como Magdaleno Meza Fúnez, dos sospechosos de participar en su muerte fueron sometidos a evaluaciones forenses.
Así lo detalló Issa Alvarado, portavoz del Centro de Medicina Legal y Ciencias Forenses, quien agregó que un juez competente ordenó la realización de las pruebas.
Alvarado sostuvo que la morgue capitalina realiza evaluaciones físicas, psicológicas, odontológicas, de trabajo social, entre otras. Sin embargo, no especificó cuáles se les realizaron a los dos señalados.
En octubre de 2019, trascendió la noticia de una reyerta en la cárcel de máxima seguridad «El Pozo», ubicada en Ilama, Santa Bárbara; horas después se confirmó que se trataba de un crimen, el de Magdaleno Meza Fúnez.
El hecho ocurrió en uno de los pasillos del recinto carcelario y la violenta escena quedó grabada por las cámaras de seguridad. En el video se ve cuando Magdaleno Meza, conversaba con un agente penitenciario y otro privado de libertad.
Segundos después, un guardia abrió una de las celdas, de donde salieron al menos cuatro sujetos armados directamente a matar a Meza Fúnez.
Ricardo Antonio Gutiérrez García y Ángel Roberto López, miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13), son dos de los implicados en el hecho y a quienes se les practicó ayer, martes, las evaluaciones forenses como parte del proceso penal que se les sigue.
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¿Quién era Magdaleno Meza?
Nery Orlando López Sanabria, mejor conocido como Magdaleno Meza Fúnez, era un presunto narcotraficante socio de los Valle Valle, quien tomó notoriedad cuando se descubrió que fingió su muerte durante al menos tres años con la intención de despistar a las autoridades y a sus enemigos.
López Sanabria nació un 4 de junio de 1982 en Nueva Arcadia, Copán, lugar donde operó por varios años, según indicaron las autoridades.
Además, el hallazgo de unas libretas estableció su vinculación con el exdiputado Juan Antonio «Tony» Hernández, (declarado culpable en una Corte de Nueva York, por delitos relacionados al tráfico de drogas en octubre de 2019).
Para junio de 2018, agentes de la Dirección de la Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) capturaron a Meza Fúnez en un sector de Naco, Cortés, en compañía de su esposa Erika Yulissa Bandy García y tres de sus trabajadores.
De Támara a «El Pozo»
Inicialmente, el supuesto narcotraficante hondureño estuvo recluido en la Penitenciaría Marco Aurelio Soto, ubicada en Támara. Sin embargo, luego de la audiencia de declaración de imputado, fue trasladado a «El Pozo», reclusorio donde perdió la vida de forma violenta a manos de compañeros reclusos y en presencia de agentes penitenciarios.
Carlos Chajtur, abogado de fallecido, había solicitado en repetidas ocasiones un nuevo traslado para su cliente. La última vez que lo hizo, pidió que lo trasladaran a una unidad militar en Francisco Morazán, o en su defecto, al batallón de Naco, Cortés.
Sin embargo, esta petición nunca fue atendida, pese a que había indicios de que Meza Fúnez vivía bajo amenazas en el penitenciario. Al menos así lo dejó entrever Chajtur tras dar varias entrevistas a medios de comunicación locales.
Cambió de identidad
López Sanabria fingió su muerte y con ayuda de un amigo, hoy desaparecido, difundió fotografías en las que supuestamente estaba sin vida.
La escena trataron de hacerla tan real, que hasta colocaron algodón en los orificios de su nariz y en la boca, además su cuerpo estaba en un féretro.
Según se conoció, la escena se recreó en la habitación de un hotel sampedrano y su amigo Omar Acosta -otro presunto narcotraficante- se encargó de capturar el momento en fotografías, mismas que después hizo virales.
Un año más tarde, trascendió que Acosta habría desaparecido, sin embargo su cuerpo nunca apareció.
Burló a las autoridades
Magdaleno también movió sus influencias para dejar por sentado en el Registro Nacional de las Personas (RNP) su acta de defunción.
Posteriormente, se conoció que López Sanabria se sometió a varias cirugías en su rostro, para ello viajó hasta Colombia donde un cirujano le cambió la apariencia facial.
Para el año 2015 recurrió de nuevo a sus contactos en el RNP. En esa institución le extendieron una nueva tarjeta de identidad con el nombre de Magdaleno Meza Fúnez.
No obstante, hay una inconsistencia en el documento oficial, ya que, su nuevo número de identidad era 0807-1985-00004 y en la información general se registró que nació un 09 de noviembre de 1984.
Por lo anterior, el año de nacimiento no concuerda, error que pudo contribuir a que Magdaleno se identificara con su nombre de nacimiento el día de su detención.
La captura
Los entes de seguridad de Honduras ya estaban tras la pista de Magdaleno Fúnez y en febrero de 2015 detuvieron a su hermana Norma Jackeline Sanabria.
Dos años más tarde, se le condenó por el delito de lavado de activos y asociación ilícita, sin embargo no había indicios sobre el paradero de Magdaleno.
Tres años después, Magdaleno con su nueva identidad y apariencia física, se conducía en un vehículo blindado de Santa Bárbara a San Pedro Sula.
También lo acompañaba su esposa Ericka Julissa Bandy y sus trabajadores Maximiliano Echeverría, Daniel Alberto Tica Santos, José Santos Mejía Laínez y Daniel Alberto Tica Santos, también detenidos en el operativo.
La historia concluyó con su muerte en la cárcel «El Pozo» y a más de un año del hecho, no se ha condenado a los implicados.
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