Las principales ciudades de Brasil se presentaron este sábado en manifestaciones contra el Gobierno de Jair Bolsonaro por su gestión negativa de la pandemia del COVID-19. El país ha superado la barrera de los 500.000 muertos.
Brasil ha sido el segundo país del mundo más golpeado por el coronavirus. De seguir el ritmo actual, (más de 1.700 muertes al día), podría superar a EEUU en pocos meses.
A pesar de las suspicacias por las aglomeraciones, en ciudades como São Paulo, Río de Janeiro, Brasilia, Belo Horizonte, Recife o Salvador, las marchas fueron bastante numerosas. La marcha de Río necesitó gran parte del centro de la ciudad, con la inmensa mayoría de los manifestantes protegidos con máscaras e intentando mantener una distancia mínima de seguridad.
En São Paulo, una brigada vinculada al Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) repartió más de 2.000 máscaras PFF2 entre los manifestantes.
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Para algunos, salir a la calle a protestar era un riesgo necesario: «Si Bolsonaro hace campaña, la oposición democrática, tiene que hacer campaña también. Es una lástima, porque hay un virus que ya mató a más de medio millón de brasileños».
«Hacer política en este momento es raro, pero hay que hacerlo porque el presidente está en campaña y tenemos que vencerlo sí o sí el año que viene», explicó a El Mundo Julia Godondel, profesora de Antropología de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ).
Las elecciones de 2022 en Brasil, ya están en el horizonte, muchos son del criterio que no se puede esperar tanto para apartarle del poder. Las peticiones de un «Impeachment» urgente o incluso de un juicio en la Corte Penal de la Haya por genocidio también estuvieron presentes en la marcha.
BOLSONARO NEGÓ VACUNAS
Los protestantes recordaron todas las veces que Bolsonaro boicoteó los esfuerzos para contener el virus, incluso mostrándose escéptico sobre las vacunas. El año pasado, el Gobierno ignoró un total de 53 correos electrónicos de Pfizer ofreciendo vacunas.
Finalmente, se firmó un contrato en marzo de este año, pero las vacunas podrían haber empezado a llegar a finales del año pasado. Los responsables de la farmacéutica en la comisión especial del Senado, están investigando los posibles delitos cometidos por el Ejecutivo en la gestión de la crisis sanitaria.
«La vacunación está lenta, no están llegando vacunas, Bolsonaro negó varias veces las ofertas para comprar vacunas. Es imposible quedarse en casa con este panorama», lamentó Adriano Monteiro, estudiante de comunicación de la Pontificia Universidad Católica de Río (PUC).
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