ISLAS DE LA HABÍA. La Alcaldía de Roatán determinó en las últimas horas emitir la ordenanza de la prohibición a todo establecimiento de venta de comida y bebida, vender pajillas plásticas y bolsas para el consumo dentro y fuera del establecimiento, así como a los supermercados por distribuir tal producto plástico.
La acción se llevó a cabo luego de la petición enviada a través del portal Change.Org a la Municipalidad de Roatán. Según se supo, el documento fue aprobado por un movimiento y respaldado por la sociedad civil, patronatos, organizaciones ambientales y población en general.
MULTAS
El incumplimiento será sancionado en primera instancia mediante amonestación por escrito, luego multa de 500 lempiras. Entonces, si reincide deberá pagar 10 lempiras por cada pajilla o bolsa entregada y 15 por cada pajilla o bolsa en existencia.
De continuar tal cosa, deberá pagar 2,500 lempiras; pero si sigue infringiendo la ley, será suspendido el permiso de operación del negocio.
La acción tomada por las autoridades municipales también va encaminada a que las personas lleven consigo sus propias bolsas reusables. Esto, para acarrear los artículos comprados en dichos establecimientos. Además, para que puedan poner bolsas reusables para la venta. Con lo anterior, logrando la motivación a la reutilización.
Cabe mencionar que esta ordenanza no aplica a las bolsas plásticas de embalaje o empaque desechables que forman parte integral de productos o artículos alimenticios o de limpieza. Tampoco las fundas sin agarradera en las que se colocan productos agrícolas u otros a granel.
La ordenanza puntualiza que cada establecimiento será el responsable de adiestrar, orientar y motivar a sus empleados. Lo anterior, para promover el uso de bolsas reusables en sustitución de las bolsas plásticas desechables. Por lo tanto, ahora sólo se espera la publicación de esta ordenanza en el Diario Oficial La Gaceta. Esto, para que esta surta efecto en los próximos 30 días.
ANTECEDENTE EN TELA
El pasado cuatro de enero, cucharas, plásticos y otros materiales desechados por los humanos encontraron los biólogos en el estómago de la Gran Berta, la ballena muerta recientemente en la bahía de Tela.
Mauro Zavala, técnico de la Fundación para la Protección de Lancetilla, Punta Sal y Texiguat (Prolansate), explicó que el cuerpo estaba despedazado en el mar en un área de 1 kilómetro. Y que solo pudieron llevar una parte a la playa para tomar muestras que servirán para investigar las causas de la muerte.
Los biólogos de Prolansate y de Tela Marine colectaron muestras de la aleta dorsal, de tejido graso. Así como partes del esófago y del estómago. También una sección de ocho vértebras de la columna.
En el mar quedaron muchos restos del animal. No fueron extraídos por su enorme peso; pero fueron dispuestos para que las corrientes los expulsen a la playa.
Zavala descartó que los plásticos en el estómago hayan provocado la muerte del cetáceo; pero consideró que a largo plazo le habrían podido causar cáncer.
“Las muestras ya se prepararon para ser enviadas a Estados Unidos. Las va a recibir un especialista en cetáceos; es decir, una persona que trabaja únicamente con ballenas de aleta”, explicó el técnico.
La Gran Berta también presentaba mordeduras de tiburones, pero pudieron ser ataques generados después de su muerte.
Zavala apuntó que variaciones generadas por el cambio climático pudieron cambiarle el rumbo al animal. Esto, hasta hacerlo llegar a la bahía de Tela. Allí, donde presentó un comportamiento extraño, lo que corroboraron porque en su estómago no encontraron alimento, solo plásticos. Esperan en un mes tener los resultados de los exámenes y, en un año, haber colectado todos los huesos.