ESTADOS UNIDOS.- El papa Francisco pronunció este jueves un histórico discurso ante las dos cámaras del Congreso estadounidense, en el que abordó temas como el cambio climático, los refugiados e inmigrantes y la pena de muerte.
Estos fueron los puntos más destacados del mensaje:
– Fundamentalismo:
Somos conscientes de que ninguna religión es inmune a diversas formas de aberración individual o de extremismo ideológico. Esto nos urge a estar atentos frente a cualquier tipo de fundamentalismo de índole religiosa o del tipo que fuere.
– El sueño de Martin Luther King:
Quiero recordar también la marcha que, cincuenta años atrás, Martin Luther King encabezó desde Selma a Montgomery, en la campaña para realizar el «sueño» de plenos derechos civiles y políticos para los afroamericanos. Ese sueño sigue resonando en nuestros corazones.
– Refugiados e inmigrantes:
Nuestro mundo está afrontando una crisis de refugiados sin precedentes desde los tiempos de la II Guerra Mundial. Lo que representa grandes desafíos y decisiones difíciles de tomar. A lo que se suma, en este continente, las miles de personas que se ven obligadas a viajar hacia el norte en búsqueda de una vida mejor para sí y para sus seres queridos.
– La pena de muerte:
Esta certeza es la que me ha llevado, desde el principio de mi ministerio, a trabajar en diferentes niveles para solicitar la abolición mundial de la pena de muerte. Estoy convencido de que este es el mejor camino, porque cada vida es sagrada, cada persona humana está dotada de una dignidad inalienable y la sociedad sólo puede beneficiarse de la rehabilitación de aquellos que han cometido algún delito.
– Actuar ante el cambio climático:
El justo uso de los recursos naturales, la aplicación de soluciones tecnológicas y la guía del espíritu emprendedor son parte indispensable de una economía que busca ser moderna pero especialmente solidaria y sostenible. En la encíclica Laudato Si’ aliento el esfuerzo valiente y responsable para reorientar el rumbo y para evitar las más grandes consecuencias que surgen del degrado ambiental provocado por la actividad humana.
– Apoyo al diálogo entre países en conflicto:
Deseo reconocer los esfuerzos que se han realizado en los últimos meses y que ayudan a superar las históricas diferencias ligadas a dolorosos episodios del pasado. (…) Cuando países que han estado en conflicto retoman el camino del diálogo, que podría haber estado interrumpido por motivos legítimos, se abren nuevos horizontes para todos.
– La familia bajo amenaza:
No puedo esconder mi preocupación por la familia, que está amenazada, quizás como nunca, desde el interior y desde el exterior. Las relaciones fundamentales son puestas en duda, como el mismo fundamento del matrimonio y la familia. No puedo más que confirmar no solo la importancia, sino por sobre todo la riqueza y la belleza de vivir en familia.