Por el Dr. Filiberto Guevara Juárez. -No debe caber la menor duda, que Dios como Padre, es un Dios de mirada indulgente, dispuesto siempre a perdonar, o no tomar muy en cuenta, ciertas debilidades propias del ser humano, dándole mucho valor siempre, a los frutos que la persona da al aprovechar el don de vida que el mismo Dios concede.
“Cada persona es un misterio inefable”, es un ser único e irrepetible, en suma: “es una historia sagrada”. Por lo tanto, como tal, debe merecer nuestro más profundo respeto, en la intimidad de su ser, respetando claro está, su misterio de vida, ya que todo juicio último le corresponde sólo a Dios.
Lo expresado anteriormente, no anula, sin embargo, algunas consideraciones de tipo positivo que se puedan hacer sobre un personaje público nacional o internacional. Resultando que, si dicho personaje es también un padre de familia, esto nos obliga a tener presente, su esfuerzo por lograr el éxito en determinada actividad de tipo profesional, dando consecuentemente sus respectivos frutos; y esto sin lugar a duda, representa un sacrificio en cuanto al factor tiempo, para poder desarrollar lo más plenamente posible, su vocación de padre de familia.
Y no pocas veces, aunque los hijos no lo entiendan plenamente en un principio, lo entienden después, cuando ya son adultos y padres de familia a la vez. En todo caso, en cuanto al factor tiempo lo que más debe importar es la calidad del mismo que se puede dedicar a un hijo(a) más que la cantidad; aunque lógicamente lo ideal sería más tiempo y más calidad.
“El Forjador”
Tomando en cuenta lo anteriormente expresado, con mucho respeto, deseo referirme a un personaje político y empresario sampedrano: Don Jaime Rolando Rosenthal Oliva. Personaje que sinceramente se merece el premio de “El Forjador”, que el primero de noviembre le otorgará la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC) y, que como es natural, su premio lo compartirá con su familia más cercana: Esposa, hijos y nietos, para quienes Don Jaime representa seguramente, una especie de patriarca. Se dice que al lado de un gran hombre siempre hay una gran mujer, en el presente caso, Doña Miriam Hidalgo de Rosenthal, ha sabido desempeñar muy bien, su rol de esposa y madre a la vez.
El premio de “El forjador” que Don Jaime Recibirá a sus 71 años de edad, sinceramente es un justo premio al esfuerzo de toda una vida de un hombre de empresa, que aún en la época de la “guerra fría” apostó e invertir su capital y esfuerzo en nuestro país Honduras, generando consecuentemente empleo y dinamizando la economía de San Pedro Sula, principalmente.
Hasta puede afirmarse, que Don Jaime Rosenthal Oliva, prácticamente se ha consustanciado con la San Pedro Sula del siglo XXI y del futuro.
El pensamiento político de Don Jaime, revela el pensamiento de un hombre pragmático de ideas liberales en lo político y lo económico, sin dejar de ser también un “idealista”. Esto último queda evidenciado en sus múltiples cartas a la nación publicadas por Diario Tiempo de Honduras, donde también se logra ver su pensamiento visionario y pragmático, sobre todo en materia económica en el contexto de lo socio-político. Por ejemplo, la repatriación de capital para invertirlo lógicamente en Honduras, es una muy buena exhortación o propuesta.
Las represas
En materia energética, entre muchas otras cosas, en forma reiterada Don Jaime ha expresado públicamente, desde hace ya varios años que deben construirse represas hidroeléctricas como la de “El Jicatuyo” y “Los Llanitos”, que, de paso, coadyuvaría al control de inundaciones principalmente en el Valle de Sula, que debería llegar a ser un polo de desarrollo más importante de lo que actualmente es.
La reciente invitación que se le ha hecho para asistir al foro económico mundial sobre América Latina, debe llenarnos de satisfacción a los hondureños, porque se debe estar muy seguro, que sabrá representarnos muy bien con su mucha experiencia en el campo empresarial y político.
Si se parte de la premisa, que “Ni la hoja de un árbol se mueve sin la voluntad de Dios” y, es voluntad de Dios como Persona, que la máxima obra de su creación: el hombre, sea libre en su forma de hacer las cosas de bien; entonces, si alguien por ejemplo, es un empresario, es muy importante que de buenos frutos, es decir, que coadyuve a producir bienes de consumo y de servicio, que como tales dinamizan la economía del país al cual pertenece dicho empresario; creando a la vez, algo muy importante para la vida de la nación: empleo. Eso es precisamente lo que ha hecho con su libre voluntad, esfuerzo y trabajo tesonero de muchos años, Don Jaime Rosenthal Oliva. Es por eso, y mucho más, que se tiene merecido el premio de “El Forjador” que se le otorgará el próximo primero de noviembre de 2007
San Pedro Sula, 19 de octubre de 2007