REDACCIÓN. Parece imposible asociar un Porsche 911, auto deportivo clásico como pocos, con un VW Beetle, el famoso Escarabajo, también conocido como el Auto del Pueblo. Sin embargo ambos no solo comparten su creador, sino especialmente su plataforma.
En rigor a la verdad, el VW Type 1, tal su nombre de la preguerra, que empezó a producirse en serie como auto que representaba el resurgimiento alemán en diciembre de 1945, fue diseñado por Ferdinand Porsche, el mismísimo creador de la marca que lleva su nombre.
Pero a Ferdinand le apasionaban los autos deportivos y quería hacer uno a su gusto. Ya antes de la Segunda Guerra Mundial, junto a su hijo Ferry, proyectaron y construyeron con sus propias manos en Austria, una cupé deportiva que nunca vio la luz, ya que el conflicto bélico paralizó todo.
Así inició todo
Fue a finales de 1948, cuando Europa estaba empezando a renacer de la guerra, que el proyecto volvió a nacer. El Porsche 356 versión 1 fue construido sobre la base de un VW Escarabajo, con su misma mecánica, que apenas alcanzaba los 35 CV. Sin embargo, al alojar una carrocería de aluminio muy liviana, le permitía alcanzar prestaciones muy superiores a las del auto original. Parecía un Escarabajo deportivo, pero era el nacimiento de una fábrica.
El proyecto tuvo una versión 2 y una tercera, y empezaron a fabricarlo por encargo. Entonces Ferry trasladó la fábrica artesanal de Austria a Alemania, y en Sttutgart, donde Ferdinand había creado su estudio de ingeniería en los años 30, comenzó una producción en serie, de autos fabricados con acero como materia prima.
Historia para contar
Carlos Zanazzi, amante de Porsche de toda la vida, y fundador original de Porsche Argentina, pasa sus días en la Zona Norte de la ciudad de Buenos Aires, restaurando, reparando y haciendo mantenimiento de autos Porsche en su propio taller boutique. Conoce la mecánica de todos los modelos y dio a conocer mejor aquel famoso 356.
“Se dice que Ferdinand Porsche quería un auto deportivo a su gusto, y por eso lo inventó. El auto podría decirse que es una evolución del Escarabajo, porque está construido sobre la base de ese auto original, a comienzos de los años 50”, dijo.
“El motor era el mismo, el noble 4 cilindros bóxer 1600, refrigerado a aire. Al comienzo no era muy potente, creo que no llegaba a 40 caballos, pero después lo fueron mejorando y lograron incluso 130 caballos cuando lo llevaron a 2 litros, con doble encendido, en la versión Carrera. En el medio apareció una versión llamada Speedster, que era un convertible con motor 1500 cm3 pero 70 caballos, y después llegó el “S”, que tenía 90 caballos”, continúa relatando Zanazzi.
Austero
A pesar de las evoluciones, el 356 era un auto austero de equipamiento y sencillo de diseño, tanto exterior como interior. “No había mucho para agregarle a los autos en aquellos años.
Tenía calefacción, no había aire acondicionado por ese tiempo, y lo único que se le agregó fue el techo descapotable en algunas versiones como el Speedster. Después, una de las primeras mejoras que tuvo el 356 fue que empezó a venir con freno a disco en las cuatro ruedas, que en el origen, eran a campana”.
“Lo que siempre se mantuvo como una herencia, fue que el motor tenía que ser trasero, pero por detrás del eje, algo que en realidad era perjudicial para el equilibrio de pesos.
Ya en los inicios de la década del 60, mientras todavía se producían los últimos 356, Porsche decidió dar un paso más, y crear el que podría considerarse el más famoso auto deportivo del mundo. Así nació el 911, con un motor 6 cilindros mucho más performance, aunque todavía bóxer refrigerado por aire y con una carrocería más grande que la del 356.
Pero a pesar de la evolución que significó el 911 para Porsche, el parecido conceptual se mantiene.
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