Los granos en las partes íntimas son una de las molestias de la piel más comunes, aunque debido a su aspecto desagradable y que producen incomodidad, especialmente al permanecer sentados, las personas se esmeran en buscar una solución rápida y eficaz.
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Sin embargo, la precipitación puede llevar a la manipulación excesiva de los granos o la aplicación de una sustancia poco favorable o, incluso, totalmente contraproducente. De allí la importancia de acudir a un dermatólogo para una evaluación del área y así recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado.
¿Cuáles son las causas de los granos?
Debes tener en cuenta que la aparición de granos no es solo una cuestión de la adolescencia. De hecho, durante la adultez, la segregación de los folículos puede producir pápulas en lugares como las nalgas.
Dado que las nalgas son una zona del cuerpo rica en unidades folículo-sebáceas, cuando se juntan varios factores pueden lesionarse e infectarse. Por ello, pueden producirse brotes en forma de pápulas y pústulas.
Ahora bien, siempre es recomendable acudir al dermatólogo, ya que es el profesional que puede determinar cuál es el origen de los granos, examinando características como su forma, color, nivel de irritación, entre otros.
Aunque muchos piensan que se trata de acné, hay otros problemas dermatológicos que pueden producir este incómodo síntoma. Algunos de los más comunes son:
- Tiña
- Psoriasis
- Intertrigo
- Sarpullido
- Candidiasis
- Herpes zóster
- Herpes genital
- Queratosis pilaris
- Liquen escleroso
- Dermatitis atópica
- Dermatitis de contacto
Aunque puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, los glúteos son la zona más afectada. De acuerdo con información publicada en American Journal of Clinical Dermatology, clínicamente, los casos agudos se manifiestan con vesículas, pústulas o papulopústulas de 1 a 3 mm de ancho.
En cambio, cuando se trata de un proceso crónico, puede notarse como hiperqueratosis o formaciones de tapón queratótico. En estos últimos casos, a menudo, quedan cicatrices que son difíciles de borrar. Por eso, es importante buscar atención profesional.
Factores de riesgo
- Sudoración
- Dermatitis mal tratada
- Mala higiene personal
- Manipulación excesiva del área
- Uso de afeitadoras en mal estado
- Uso de ropa interior demasiado ajustada.
- Mala alimentación y exceso de consumo de grasas saturadas.
La importancia de la higiene
En muchos casos, estos granos suelen brotar porque no hay una buena transpiración. Y si bien no siempre es posible evitar la sudoración, sí es posible mantener una buena higiene para evitar que los poros de la piel se infecten.
Al momento de ducharte, los productos no grasos, antisépticos y con poco (o nulo) aroma son los más aptos para prevenir y mantener la zona limpia y desinfectada.
Utiliza ropa interior apropiada
Aparte de cubrir tus partes y destacar los dotes, la ropa interior ayuda a la piel con las interacciones entre bacterias y fluidos. Se recomiendan los materiales de fibras orgánicas, como el algodón, en contraposición a las prendas elaboradas con fibras sintéticas.
¿Cómo tratar los granos en las nalgas?
Una vez los granos en las nalgas hayan brotado, lo más importante que debes hacer a continuación, es evitar la tentación de extirparlos. Si lo haces, puedes hacer que los granos se hinchen aún más y hacerlos más dolorosos.
Por otra parte, apretarlos puede hacer que la secreción purulenta que emana del folículo propague o empeore la infección. En lugar de extirparlos, lo mejor que puedes hacer mantener una buena higiene y, si el dermatólogo lo indica, utilizar ciertos productos antisépticos (en crema u otro formato) para secar los granos.
Al igual que ocurre con otras zonas en donde el acné brota, en el área de las nalgas, el tratamiento es algo similar. Consiste en tratar con antibióticos al folículo infectado y en mantener la zona limpia, para que así ceda la inflamación.
Granitos en otras partes del cuerpo, ¿qué indican?
Cuando los granos salen en la frente, se trata de trastornos digestivos o estrés; si ocurre en las mejillas, suele ser por la contaminación ambiental o una deficiente higiene facial. Los problemas gástricos, alergias, desequilibrios hormonales, afectación de hígado, riñones e hipertensión son afecciones que pueden estar manifestándose con señales como granos en la frente, nariz y mentón.
En el pecho aparecen por un desequilibrio hormonal y en el estómago si se abusa del consumo de azúcar. Cuando se localizan en la espalda se debe a eventos gastrointestinales, o están reflejando un exceso de grasa del pelo y el sudor.
Incluso en la zona íntima son comunes las espinillas vaginales, producto de dermatitis de contacto, por ejemplo, sensibilidad a jabones, toallas, medicamentos tópicos, transpiración u otros fluidos. En esta zona tan delicada cualquier irritación puede derivar en granitos.
Recuerda que los granos en general, son consecuencia de múltiples factores. Indaga en las particularidades que pueden producir el brote en tu caso y sigue las indicaciones del médico. La estética tendrá un valor secundario frente a la salud.
Si bien los granos en las nalgas son desagradables e incómodos, lo más conveniente es no precipitarse a la hora de eliminarlos para lograr una verdadera curación.
Fuente: Mejor con Salud.
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