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viernes, noviembre 22, 2024

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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Como consecuencia de las amenazas por cobro de extorsión, los taxis y rapiditos que cubren las rutas hacia la colonia Cerro Grande, en Tegucigalpa, han paralizado labores por segundo día consecutivo.

La terminal de los taxis colectivos de la Cerro Grande-Centro estaba vacía, según un reporte de HCH; los usuarios tuvieron que buscar otras alternativas para llegar a sus destinos.

Por su parte, el punto de los rapiditos tampoco estaba en funcionamiento. La medida de cierre la adoptaron desde ayer, martes, en horas de la tarde, en vista de que temen por su vida debido a las amenazas.

Transporte Cerro Grande
Las terminales de buses y taxis yacían solitarias y con pasajeros a la espera.

Hace algunos días el servicio de transporte de otras rutas había adoptado esta misma determinación, puesto que cada día aumenta la tensión por parte de los grupos criminales exigiendo el llamado «impuesto de guerra».

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Los afectados señalaron que es una «barbaridad» que se tenga que parar el transporte por la amenaza de la extorsión.

En el lugar no había presencia policial o militar resguardando a las personas, tal y como ya ha pasado en otras terminales.

punto de buses
Los buses y taxis pararon operaciones desde ayer, martes en la tarde.

Terminal de Jacaleapa también paralizó operaciones

El pasado 11 de septiembre, los buses que cubren las rutas hacia el oriente del país y que se estacionan en el Mercado Jacaleapa, en la capital, tuvieron que parar sus operaciones como consecuencia de las amenazas por el cobro de extorsión.

Las personas que intentaban movilizarse hasta estos sectores del país llegaron a Jacaleapa y se llevaron la sorpresa de que no habían buses. Justo en esta terminal señalaron que los cobros del impuesto de guerra son altos y oscilan alrededor de los 100 mil lempiras.

extorsión terminales de buses en Jacaleapa
La criminalidad sigue golpeando a los transportistas en el país.

De acuerdo con el dirigente del transporte Jorge Lanza, las maras y pandillas son las que gobiernan las terminales de buses en la capital.

Asimismo, detalló que cada unidad de transporte paga mensualmente unos 7 mil lempiras a las estructuras criminales.


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