TEGUCIGALPA, HONDURAS. La muerte de Keyla Martínez, una joven estudiante de enfermería, en Intibucá provocó protestas a nivel nacional y también una ola de reclamaciones en las redes sociales.
Por un lado, la Policía Nacional informó inicialmente que se trató de un suicidio en la celda donde guardaba prisión por irrespetar el toque de queda. La familia de la fallecida descartó tal hipótesis y aseguran que fue asesinada.
Ante tal panorama, la fuerza de seguridad se pronunció el mediodía de este lunes a través de una conferencia de prensa. Allí se informó que un equipo multidisciplinario se está encargando de esclarecer los detalles del caso.
Jair Meza, inspector general de la Policía, dijo que un contingente policial ya se desplazó para averiguar si algún miembro de la institución violó algún protocolo en la parte administrativa o en otra índole.
«Hay una serie de protestas«, reconoció el comisionado, por lo que envió un mensaje a las personas que están manifestándose ante el suceso. «Les garantizo que se investigará hasta el último detalle. Si hay algún funcionario involucrado, vamos a proceder contra él», aseguró.
Meza agregó finalmente que la detención de Martínez -quien estaba en compañía de un doctor- se hizo correctamente, de acuerdo a lo descrito en el PCM-012-2021 que establece un toque de queda.
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Aguardan autopsia
Por su parte, Rommel Martínez, titular de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) dijo que las autoridades solicitaron «desde el primer momento» al Ministerio Público que asigne una agencia para que haga la averiguación.
Asimismo, expresó que hay «bastantes avances» en la obtención de elementos materiales de prueba; empero, aclaró que verdadero punto de partida del caso será el dictamen de la autopsia que se hará al cuerpo.
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