TEGUCIGALPA, HONDURAS. La presidenta de la Corte Suprema (CSJ), Rebeca Ráquel Obando, informó que se están investigando las recientes muertes de privados de libertad en el interior de centros penales de Honduras.
De la misma manera, la titular del Poder Judicial destacó que las autoridades de los centros penitenciarios realizan las labores respectivas en torno a estos casos y la intención es que no sigan aconteciendo estos hechos.
También, Ráquel Obando destacó que «las muertes en las cárceles suceden en todo el mundo, incluso en países como Estados Unidos (EEUU)».
Las declaraciones de la magistrada surgen tras la muerte de Erick David Macías, a quien localizaron sin vida dentro de uno de los módulos del centro penal «El Pozo» en Ilama, Santa Bárbara. Esta persona estaba condenada por la muerte de Said Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa.
Lea además: En «El Pozo» encuentran muerto a condenado por muerte del hijo de «Pepe» Lobo
Lamentable situación
Por otro lado, la presidenta de la Corte Suprema de Justicia lamentó que este tipo de situaciones sucedan en el interior de los penales. «Se ha visto en todos los lugares del mundo», reiteró la funcionaria.
A su vez, destacó que estos escenarios tienen que mejorar y se debe evitar que sucedan más tragedias.
«A nosotros solo nos toca conocer de aquellos casos que lleguen a nuestras sedes judiciales; mientras tanto, uno solo tiene que hacer la valoración de lo que puede haber», cerró la titular de la CSJ.
Muerte de reo en El Pozo
El Instituto Nacional Penitenciario (INP) confirmó el pasado miércoles 5 de junio la muerte de Erick David Macías. En primera instancia, se detalló que estaba colgado de su litera, por lo que eran un suicido por ahorcamiento.
No obstante, Ramiro Muñoz, el comisionado presidente de la Comisión Interventora del INP, comentó un día después que este caso no era una muerte infringida, sino más bien un homicidio.
Además, Muñoz detalló que fueron cuatro líderes de la MS-13 los que ordenaron a otros cometer el hecho contra Macías en la cárcel de «El Pozo», en Ilama, Santa Bárbara. Todos los detalles del caso están en manos de los entes competentes, y se espera una pronta investigación.
