SAN PEDRO SULA, HONDURAS. Aunque ya han pasado alrededor de dos meses desde que las tormentas Eta y Iota salieron del país, las secuelas que dejaron son grandes, y eso se ve evidenciado en el sector de La Playita, en Chamelecón, una de las zonas más devastadas por el desastre.
En esta zona sintieron directamente los estragos de las inundaciones, al estar prácticamente al lado del río, «la afectación se hizo inimaginable». Luego de que el agua bajó, «fue inevitable no recaer a la nostalgia», pues la lucha de muchos quedó sumida en el lodo.
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Ahora, meses después de que la pesadilla de cientos de hondureños salió del país, sigue el problema de cómo lograr levantarse, tras perderlo todo. El panorama en el sector de La Playita, muestra como si esas zonas nunca hubiesen tenido habitantes. Se ve «un lugar desolador», por eso los pobladores manifestaron que requieren de mucha ayuda.
Para conocer más a fondo la situación que están pasando, Diario TIEMPO Digital se contactó con el pastor Saúl Argueta, de la Iglesia Tabernáculo Casa de Dios, quien explicó que coordina las ayudas y aclaró sobre lo que necesitan en el lugar.
Comedor infantil
Para comenzar, el religioso manifestó que la situación con los ciclones llegó a empeorar el problema, pues después de las inundaciones, los resultados dejados fueron catastróficos. Además, externó que ahora existe un aumento de niños, jóvenes, y hasta mujeres embarazadas que piden dinero para lograr sobrevivir.
Por lo tanto, indicó que para poder apoyar, han solicitado ayuda establecer un comedor infantil, una visión que tienen al ver tanta necesidad que están pasando, en especial, los niños en ese sector.
«Porque la verdad la necesidad es bastante grande. Ahí la mayoría de casas están destruidas, unas enterradas, es difícil», externó.
El pastor además sostuvo que pese a las circunstancias, hay muchas personas que aún siguen soñando. Agregó que hay muchos ciudadanos que tomaron la determinación de construir sobre sus viviendas soterradas, por la misma calamidad.
Solo en su iglesia, la situación fue igual, pues el desastre también los golpeó. Es ahí donde requieren colocar el comedor infantil, pues lo llevarán por medio de un registro. Sin embargo, el templo necesita la construcción de dos paredes, que se cayeron por las inundaciones.
Destrucción por completo
Asimismo, Argueta mencionó que dicha acción será de mucha ayuda, puesto que, la situación que atraviesan muchas personas en el sector es un completo caos, al no tener ni para un tiempo de comida.
«Más que todo la necesidad es con los niños», afirmó el pastor. Él señaló que iniciarían con un promedio de 100 infantes. De igual forma, compartió que dependiendo del apoyo que tengan les podrán brindar alimentación unas tres veces por semana a los niños.
En la iglesia reconocen que la necesidad es aún mayor, pero poco a poco y dependiendo de la ayuda que tengan, comenzarán a darle a más personas, pues lo importante, «es llevarle bendición a las personas», indicó.
Los pobladores sostiene que son muchos los problemas que están enfrentando en esta zona, no obstante, la ayuda que más necesitan son techos para las viviendas, pues con las inundaciones fueron «arrancados». Asimismo, requieren de mucho apoyo con la limpieza, porque La Playita aún sigue sumida en el lodo de la devastación.
En cuanto al comedor infantil, además de las recaudaciones o las provisiones para preparar los alimentos, necesitan de utensilios como sillas plásticas, para que los niños se puedan sentar.
Si usted quiere colaborar puede contactarse con el pastor Saúl Argueta al número +504 3358-7090
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