ISLAS DE LA BAHÍA, HONDURAS. La paradisiaca isla de Roatán está atestada de basura, tanto por la que genera el propio municipio como la que recorre cientos de kilómetros desde la desembocadura del río Motagua.
Así lo confirmó un grupo de científicos que formaron parte de la expedición de Plasticósfera 2021, liderada por Sergio Izquierdo, ambientalista, cineasta y fotógrafo de NatGeo, originario de Guatemala, que desde hace años da seguimiento a la problemática de la contaminación de los mares.
Y es que, según Izquierdo, quien compartió su experiencia con TIEMPO Digital, en las playas de Roatán pudo hallar, literalmente, envases de plástico con letras que decían «Hecho en Guatemala».
Lo anterior, según él, es una prueba inequívoca de que la basura que el río Motagua lanza al océano no sólo contamina a los municipios más cercanos en Honduras, como Omoa y Puerto Cortés, sino que también es capaz de viajar grandes distancias sin desintegrarse, hasta, por lo menos, la zona insular del país cinco estrellas.
Según Izquierdo, el río Motagua está «emplasticando el Caribe«, y a nivel de Centroamérica, Guatemala es el país que más contaminación ocasiona, «no el único, pero sí el que más».
Roatán, cada vez llena de más plásticos
Durante la expedición, Izquierdo y su equipo estuvieron en una zona de Roatán que, quizás, pocos conozcan: el basurero municipal y las distintas playas colapsadas de plástico, donde prácticamente ningún turista llega.
Pero, según él, en realidad, toda Roatán está repleta de plástico, tanto en el agua como en la superficie, lo que sucede es que «todos los días, los hoteles limpian las orillas, pero, por ejemplo, en una parte de West End, donde hay una comunidad garífuna, ahí las playas están como en todas las partes donde hay contaminación en el Caribe. O sea, la basura llega, llega y llega, y los hoteles limpian, limpian y limpian».
Belleza opacada
Roatán, y en general todas las Islas de la Bahía, es muy conocida por sus envidiables arrecifes de coral. La gente, tanto nacional como extranjera, paga por sumergirse y nadar con la gran cantidad de especies marinas que viven ahí. Los ojos de los turistas brillan al admirar tanta belleza, sin embargo, cuando se bucea para fines científicos, uno suele percatarse de que no todo es tan hermoso.
Bolsas transparentes, micro-plástico y hasta mascarillas, que probablemente llegaron hasta hace muy poco allí por la pandemia del COVID-19, opacan la majestuosidad del arrecife, habiendo mayor acumulado en los sitios donde los turistas no llegan, según Izquierdo.
«El suelo marino (de Roatán) está lleno de plástico, o sea, mirás que la playa está limpia, pero te metés, buceás uno 20 metros lejos de la orilla y abajo están las bolsas plásticas. Sobre los arrecifes, bueno, hay unos en los que hay menos plástico, pero en todos se puede encontrar. El micro-plástico cada vez se va acumulando más sin que alguien lo note», contó Sergio.
Peces con plástico en sus estómagos
Por último, Izquierdo mencionó que durante la expedición, constataron que seis de cada 10 peces de consumo humano tienen micro-plástico en sus estómagos, situación que afecta severamente al rubro de la pesca en la zona.
«Incluso los camarones traen de 20 a 40 trozos de micro-plástico en su interior. Es así como nosotros también podemos llegar a consumir plástico, al alimentarnos de animales que previamente lo comieron», dio a conocer.
Honduras tiene antecedentes con el río Motagua. Desde hace varios años, cientos de toneladas de basura llegan a las costas, arrastradas por la corriente y esparciéndose en el mar.
Islas de la Bahía es departamento situado a unos 170 kilómetros de distancia desde Omoa. En las imágenes pueden verse tapones de botellas, envases, sandalias de hule, latas, telas y hasta mascarillas, y todo, en una playa de Roatán.
«Tenemos que cambiar nuestro estilo de vida, o si no, nos vamos a ‘pasear’ en todo», advirtió Izquierdo.
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