TEGUCIGALPA, HONDURAS. La página de Facebook HN- Spotters News compartió la conmovedora historia de un piloto, quien usó las redes sociales para contar cómo arriesgó su trabajo por trasladar a una mujer que estaba a punto de dar a luz.
Según contó Fernando Orellana, protagonista del relato, todo ocurrió en 2001, después de los desastres dejados por el huracán Mitch en Honduras.
«La Mosquitia, destino de Isleña Airlines, compañía para quien volaba en ese entonces. Al aterrizar se acercó una doctora cubana, quien me dijo que tenia una paciente embarazada, y por no tener aparatos idóneos, ni electricidad recomendaba, solicitó que me la trajera a La Ceiba», recordó.
«El Manual General de Operaciones me impedía que abordase una mujer embarazada y mucho menos a punto de dar a luz», pero su sentido de empatía ganó.
Después de tomar la decisión, Orellana puso a los familiares y a la mujer (paciente) a firmar un documento que establecía que, en caso de un imprevisto durante el vuelo, ellos no culparían a los pilotos ni a la aerolínea.
«Fue así que emprendimos el vuelo hacia La Ceiba. Normalmente tomaba 50 minutos», agregó él.
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Dio a luz durante el vuelo
Mientras volada, Orellana observó movimientos inusuales en la parte trasera del avión, por lo que envió a su copiloto a averiguar cómo iba la paciente. «Con la sorpresa que cuando regresa, me dice que ya había nacido, y en pleno vuelo, una hermosa niña», dijo.
Ante la emergencia, decidió hablar con la torre de control ubicada en Roatán, para aterrizar en la pista, y que al llegar, ya estuviera preparado un especialista que le diera atención tanto a la madre como a la bebé.
Además de eso, cuenta que le pidió al padre que le colocara los nombres de los pilotos a la niña, ya que es una tradición. «En este caso, Fernanda de Jesús«, reveló.
No volvieron a saber nada de la pequeña
«Siempre me preguntaba qué había pasado con esa niña, y hasta hace poco, Quichu me mandó su bitácora de vuelo, en donde aparecía la fecha 15 de junio del 2001, cuando había nacido esa preciosa niña», comenta.
Luego de mover un par de contactos consiguieron el número de quien ahora es Fernanda Noemy Gámez Guzmán. «Le pregunté por qué no Fernanda de Jesús, y me dijo que su padre, por honrar el nombre de su mamá, le puso así. Estudia Medicina en Jutiapa, Atlántida, y pues, se las presento tanto de niña como adolescente-mujer», escribió.
«Que Dios te bendiga, Fernanda. Estoy a la orden y me encantaría verte siendo una doctora. Cuídate mucho y estemos en contacto. Un fuerte abrazo a la distancia. Espero verte pronto para conocerte y platicar de la odisea que acabo de describir», concluyó.
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