Redacción. Más de 18 mil pequeños y medianos productores de aceite de palma del país solicitan a la administración de la presidenta Xiomara Castro, la colaboración a través de la Secretaria de Recursos Naturales y el Instituto Nacional Agrario (INA), para agilizar la emisión de licencias ambientales y de títulos de propiedad.
Los productores piden estos documentos para certificar que sus plantaciones no provienen de áreas deforestadas y degradadas, una condición crucial para poder exportar su producción a Europa.
La entrada en vigor de un nuevo reglamento de la Unión Europea estipula que los productos agrícolas deben cumplir con estas normativas para ser exportados al viejo continente.
Los agentes económicos y comerciantes tienen hasta finales de 2024, inicios de 2025, para adaptarse a estas nuevas reglas.
De las 200 mil hectáreas de cultivo de palma en Honduras, solo 50 mil cumplen con los requisitos de certificación. El 75 por ciento restantes requiere certificación estatal y es cultivado por pequeños y medianos productores. Aproximadamente 10 mil de los 18 mil productores enfrentan dificultades en su adaptación. Esto, debido a problemas de tenencia de tierras.
Las plantas procesadoras de aceite comenzaron a censar a sus proveedores para avanzar, en los trabajos de trazabilidad de la información requerida por la Unión Europea.
La producción de aceite de palma en Honduras es de 700 mil toneladas, de las cuales se exportan las dos terceras partes. Lo que equivale a la exportación de 500 mil toneladas a Europa. Esto representa una generación de ingresos al país de 500 millones de dólares.
Las restantes 200 mil toneladas métricas de aceite se comercializan a nivel nacional a través de productos como aceites comestibles, manteca, jabones, productos alimenticios, bocadillos snack y panificación.
Normativa europea sobre productos libres de deforestación
El pasado 6 de diciembre de 2022, el Parlamento y el Consejo Europeos alcanzaron un acuerdo político que reconoce la necesidad de eliminar la deforestación y la degradación de los bosques dentro de sus cadenas de suministro, exportación e importación, aprobando un reglamento que entró en vigor el 31 de mayo de 2023.
Dicho reglamento establece que los agentes económicos y los comerciantes tendrán dieciocho meses para cumplir las nuevas reglas. Es decir, hasta finales de 2024, inicios de 2025. No obstante las microempresas y las pequeñas empresas se les permitirá un período de adaptación más largo.
Foro de sostenibilidad
Asimismo, con la finalidad de analizar los retos y oportunidades entorno al principal mercado de exportación, la Asociación de Industriales de Palma Aceitera de Honduras, AIPAH, celebro el foro de Sostenibilidad de la Agroindustria de la Palma Aceitera de Honduras.
Según los productores de palma el propósito fue el de generar sinergia y hacer que el gobierno vuelva su mirada a través de sus políticas públicas para dar prioridad a un sector que general más de 300 mil empleos directos e indirectos en el área rural.
“Las tres exigencias que tenemos es que se certifique la producción de aceite de palma africana que no proviene de áreas deforestadas. También, que cumplamos con los derechos humanos de los trabajadores. Y, que las tierras tengan su legitima titularidad, que el productor sea el legítimo dueño de la tierra”, expresó Juan José de la Cruz Presidente AIPAH.
Agregó, que “hay todo un reto para que las instituciones encargadas vuelvan su mirada y cooperen con el sector. Las exportaciones están en riesgo, los compradores ya lo están exigiendo, pidiendo georreferenciación, origen, trazabilidad de donde se está produciendo el aceite”.
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“Una vez logremos esta certificación el sector se volverá más fuerte, porque estará cumpliendo con las normativas internacionales. Es de recordar que este rubro aporta el 17 por ciento del Producto Interno Bruto PIB agrícola, por encima del banano solo superado por el sector café”, aseguró el Presidente de AIPAH.
“Nos quedan los productores independientes que son la mayoría que tienen problemas económicos, para hacer sus estudios. Entonces, hay un reto de la industria hay que apoyarles. Que el gobierno que nos colabore con el tema de la burocracia de sacar los títulos de tierra, licencias ambientales».
“Es complicado por lo pequeño y frágil que son los productores entonces se requieren muchos recursos. Ahí es donde se necesita que el gobierno tiene que intervenir con proyectos no regalados. El sector está dispuesto apoyar, para acceder a esas certificaciones que son costosas”, apuntó.
También se refirió que se enfrentan a “la tecnocracia de las licencias ambientales, que corresponde a las corporaciones municipales, por el desconocimiento de la problemática que enfrenta el sector. Requerimos que desengaveten los procesos, esa será la mayor ayuda que nos pueden hacer”.