TEGUCIGALPA, HONDURAS. La crisis nacional ocasionada por el COVID-19 y la doble tormenta, Eta e Iota, no ha conseguido estropear una de las tradiciones típicas de final de año. Los vendedores y elaboradores de los populares monigotes o años viejos, se reportaron listos para atender al público durante esta época.
«Esta es una tradición que no se puede perder, por más que hayamos tenido tantas desgracias y todas necesidades de la población hondureña», dijo el elaborador de monigotes, Luis Lagos.
«No podemos dejar de lado la tradición de quemar los monigotes de fin de año», manifestó Lagos, quien espera tener ventas esta temporada de fin de año.
Los artistas esperan que la población adquiera sus monigotes para despedir el 2020. Por lo cual, ya tienen listo el diseño de los personajes más populares del país para que sean quemados, tal como manda la tradición.
«La idea es hacer un tipo de protesta para nuestros gobernantes«, aseguró el creador de monigotes. Asimismo, mencionó que los diseños favoritos serán esos personajes que «le dan mal camino a tantas ayudas y el propio dinero que nosotros generamos con nuestros impuestos».
Los encargados de darle vida a esta tradición hondureña, explicaron que necesitan todo el mes para recrear los distintos personajes y figuras.
Los artesanos elaboran estos monigotes con esponja, aserrín, papel, cartón y telas. Los mismos tienen diferentes precios según tamaño y material.
¿Existe prohibición este año?
En 2019, algunas ciudades como el Distrito Central prohibieron la quema de los tradicionales monigotes para fin de año.
Aunque aún no hay un pronunciamiento oficial, los decomisos de pólvora y las multas establecidas en Tegucigalpa y otras ciudades, hacen pensar que nuevamente estarán prohibidos.
El Juez Municipal de la alcaldía de Tegucigalpa, José Rodríguez, informó que las multas a venderos de pólvora rondarán entre 5 y 60 mil lempiras.
Nota para nuestros lectores:
Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp haciendo clic en el enlace: https://bit.ly/tiempodigitalhn.