CORTÉS, HONDURAS. Cada día la moneda oficial del territorio hondureño experimenta una «estrepitosa» caída en su valor. Actualmente un dólar estadounidense equivale a 24.36 lempiras, pero puede subir hasta los 24.52.
Esta devaluación ha provocado alarma sobre todo en el comercio, donde solo en el mes de diciembre el lempira se ha devaluado unos 40 centavos con respecto al dólar. Además, al tener en Honduras una economía más de importación que de exportación, se genera alerta con esto.
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¿Qué significa la devaluación de la moneda?
La devaluación es la desaparición del valor nominal de una moneda corriente frente a otras. Esta devaluación puede tener muchas causas, entre estas la de una falta de demanda de la moneda local o una mayor demanda de la moneda extranjera.
Para conocer algunas consecuencias, y saber qué soluciones se deben abordar, Diario TIEMPO contactó a Eduardo Facussé, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC).
Él indicó en primer lugar que la devaluación es algo que afecta mucho a los consumidores hondureños, más que nada cuando son productos que se importan. «Al haber devaluación tenemos que pagar más lempiras por ese bien o servicio que viene del exterior», explicó.
Asimismo, externó que todo se vuelve más caro y en casos extremos se puede generar hasta inflación. «Siempre debemos buscar estabilidad. No se debe buscar devaluación, ni apreciación», precisó.
Según afirmó el presidente de la CCIC, lo que se debe de buscar es simplemente estabilidad de la moneda. Ante ello, aseveró que se deben promulgar condiciones que generen más atractivo, para que el país se vuelva exportador, es decir, que venda más al exterior.
Más importación que exportación
«Si nosotros exportamos más de lo que estamos importando, no va a haber problemas con la cantidad de divisas que están disponibles. Ahorita, pese a que importamos más de lo que exportamos, lo que realmente nos ayuda es la cantidad de remesas», dijo.
De igual forma, añadió que los dólares de las remesas son los que de una u otra forma sostienen el valor de la moneda hondureña. «De no ser así, faltarían muchos dólares, solo con lo que exportamos actualmente. Debemos buscar un balance, que no solo sean las remesas que nos sostengan, sino nuestros bienes y productos», siguió.
Facussé también mencionó que, por ejemplo, cuando se imprimen más monedas, como el caso del billete de 200 lempiras, lo que se genera es que ocurre más devaluación, al tener más disponibilidad de lempiras. No obstante, expresó que en este caso no tiene mucha incidencia entre los números totales.
«Dentro del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) eso representa solo una pequeña porción del desbalance. Entonces, más que todo se centra en la diferencia entre importación y exportación, y que es lo que nos sostiene», agregó.
Moneda sostenida por las remesas
Sumado a ello, reiteró que es importante prestar atención al hecho de que la moneda hondureña no se sostiene por sí sola, sino con ayuda de las remesas. También, manifestó que pese a las circunstancias, esperan tener un flujo de inversión positiva el nuevo año 2022.
«Precisamente porque después de un año electoral hay muchas inversiones que se deciden hacer. Vamos a tener un flujo positivo. Yo creo que vamos a tener más estabilidad, no pronostico una devaluación fuerte», relató.
Para finalizar, el presidente de la CCIC exteriorizó que, para que no haya devaluación, el nuevo Gobierno tiene que manejar una política fiscal responsable y monetaria prudente.
«Estamos seguros lo van a hacer. Hay gente experimentada. Habrá personas al frente que ya conocen del tema y que realmente nos van a llevar por el mejor destino», concluyó.
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