TEGUCIGALPA, HONDURAS. La red de trata de blancas vinculada en el caso de la desaparición de la joven Angie Peña, también estaría funcionando y raptando jovencitas en otros destinos turísticos del país y se extiende hasta Francisco Morazán, confirmó una fuente de la investigación a Diario TIEMPO.
De la misma manera, las indagaciones indicarían personas muy cercanas a la joven de 23 años, estarían vinculadas en su desaparición y venta.
Angie Samantha Peña desapareció desde el pasado 1 de enero en Roatán, Islas de la Bahía, luego de salir a dar un paseo en una moto acuática.
Las autoridades de seguridad afirman que siguen investigando el caso de la desaparición y está a punto de cerrarse. Incluso, se descubrió una amplia red de empresarios y funcionarios implicados.
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La «escogieron» de un catálogo
Una de las principales revelaciones que han salido en torno al caso de la desaparición de Angie es que la seleccionaron de un catálogo de venta de mujeres. La joven aparecía en la revista, la eligieron y luego la raptaron para continuar el proceso de venta.
Asimismo, la fuente ligada a la investigación reveló que la red de trata de blancas no solo opera en la zona insular. Sus «ramas criminales» llegarían hasta la zona central.
De la misma manera, en la investigación estarían personas muy cercanas a Angie, que habrían brindado su información personal y participaron en su venta.
Todos los indicios y avances considerables de la investigación muestran que a la jovencita de 23 años no la raptaron al azar el pasado 1 de enero en Roatán. Angie fue privada de su libertad en altamar y luego la escondieron en bares, negocios, sótanos para evitar que la Policía Nacional la recuperara.
La red de trata de blancas investiga, les da seguimiento y rapta a las jovencitas para luego sacarlas del país, comentó la fuente. Uno de los puntos de concentración de estas mafias sería la isla de Roatán, un destino turístico muy importante en el país, sin embargo, no es el único.
Angie era una joven muy popular en redes sociales, su contenido de TikTok se viralizaba con facilidad. Su padre, su madre, hermana y sus allegados han exigido a las autoridades hondureñas dar con su paradero.
