HONDURAS. Nunca supo cómo ni dónde se contagió, pues solía cuidarse muy bien del Covid-19, pero al final, la enfermedad que tiene de rodillas al mundo lo alcanzó y aunque los médicos creyeron que no sobreviviría, don Jesús Velez, periodista deportivo de más de 70 años de edad y una amplia trayectoria, venció el virus y contó su testimonio a TIEMPO Digital.
Todo ocurrió a finales de noviembre. Don Jesús comenzó a sentir distintos síntomas, como malestar y dolor de cuerpo, y aunque su respiración nunca se vio afectada, sí sufrió severos daño en sus pulmones.
Al momento de sentirse mal de salud, fue a un centro de triaje y se hizo un hisopado, y al cabo de unos días, recibió una llamada telefónica: en efecto, padecía Covid-19. «No tuve miedo, porque sabía que me iba a recuperar», dijo él.
Fue así como don Jesús inició con su tratamiento, pero el «M.A.I.Z» no fue suficiente para él, pues en lugar de mejorar, cada vez se sentía peor. En ese momento, llamó un taxi y se dirigió al Hospital Mario Catarino Rivas (HMCR) de San Pedro Sula y lo dejaron interno en los módulos móvil.
De inmediato los médicos ordenaron hacer un TAC, y ahí se reveló que los pulmones del don Jesús estaban «prácticamente colapsados«, comentó. Pero, sorprendentemente, él afirma que nunca sintió la necesidad de oxígeno. «Me pusieron oxígeno y yo pregunté por qué, me dijeron que era ‘parte del protocolo’, pero respondía que ‘puedo respirar bien'».
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Asombro de los médicos
«El neumólogo, cuando vio las placas me dijo ‘Esto está bien mal’. Yo tenía casi colapsados los pulmones. Me internaron y comenzaron en mí un tratamiento bien fuerte durante 23 días. Me sentí crucificado de tanta inyección y tanta cosa que le ponen a uno», agregó don Jesús.
Contra todo pronóstico, el licenciado evolucionó mejor que otros pacientes junto a él, de hecho, contó como él mismo vio morir a varios. Según sus palabras, dado que no tiene ningún vicio, como alcohol o cigarro, pudo soportar los ataques del Covid-19.
«Tengo que reconocer que me atendieron de la mejor. Pude ver a las enfermeras y doctores atendiéndonos con diligencia. Nunca perdí la esperanza de que iba a salir y los médicos me decían ‘Usted tiene buen estado de ánimo’, y eso ayuda mucho. Algunos creían que yo no salía«, recordó el entrevista.
Morían cerca de él
Durante las más de tres semanas interno, don Jesús fue testigo de cómo algunas camas quedaban vacías e inmediatamente después un nuevo paciente llegaba a ocuparla. No todos son tan fuertes como él, «Algunos salimos y otros se quedan«, dijo, y él vivió en carne propia cómo agoniza y muere una persona a causa del Covid-19.
«Me tocó ver cómo otros que estaban en la sala murieron, a pesar que les dieron igual trato que a mí. Tengo la impresión que yo llegué justo a tiempo, si no, no la cuento. Así que, como consejo, al momento de sentir malestar, lo mejor es ir a buscar asistencia médica», advirtió.
«Frente a mi cama había un paciente que se quejaba bastante. La primera noche que llegué, lo miré, pero ya en la mañana, cuando me desperté porque escuché bulla, ya estaban unas personas poniéndolo en bolsas negras«, recordó.
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Al fin en casa, pero hay que seguir cuidándose
Ya transcurrió poco más de un mes desde que don Jesús fue dado de alta, pero, a pesar de que desarrolló anticuerpos, él continúa cuidándose del virus, y exhorta a la ciudadanía en general que lo haga también.
«Yo me sigo cuidando. El médico me dijo ‘manténgase en su casa, mínimo, un mes más’. Con la prueba de sangre corroboré que tengo anticuerpos, pero siempre hay que seguir cuidándose», concluyó.
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