TEGUCIGALPA, HONDURAS. «La acusación está mal fundamentada, y lo único que yo pedí fue que revisaran el caso de ella», fueron las palabras del expresidente Porfirio Lobo Sosa al referirse al caso de su esposa Rosa Elena Bonilla.
“Yo no puedo pedir impunidad para nadie, aunque sea mi familia, y me duele”, agregó. Pese a estas últimas palabras, el exmandatario se mantiene firme en la defensa hacia su esposa, quien guarda prisión desde febrero de 2018.
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Necesitaban darle algo a la MACCIH
Para “Pepe” la captura de su “Rosita” obedeció a una presunta jugada, la cual iba orientada a darle un caso a la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad (MACCIH).
“Si usted mira el tiempo cuando sucedieron las cosas, se da cuenta que necesitaban darle algo a la MACCIH”, dijo Lobo.
Lo anterior, porque se pretendía justificar con documentos falsos gastos relacionados con la familia presidencial, según indicó. En consecuencia, “tomaron a bien entregarles a Rosa”, justificó el expresidente.
Deslealtad
Por todo lo antes expuesto, Lobo Sosa manifestó que existe “una falta de lealtad en los compañeros de lucha”. Tomado en cuenta que la ex primera dama se ha sometido a varios procesos judiciales sin tener respuesta positiva.
En la última audiencia que acudió Rosa Elena, la Fiscalía acreditó que la imputada sustrajo 20 millones de lempiras del PANI, mientras fungió como primera dama (2010-2014).
En la audiencia, también se presentaron Mauricio Mora y Saúl Escobar, acusados junto a Bonilla del delito de lavado de activos y fraude.
De acuerdo a la documentación evacuada, la ex primera dama, habría solicitado al PANI la suma de L. 20 millones. La considerable cifra, para sufragar gastos de carácter social en el Despacho de la Primera Dama, señaló la Fiscalía en la audiencia.