TEGUCIGALPA, HONDURAS. Pese a su revelado peligro, los vapeadores o cigarros electrónicos se comercializan en Honduras sin ningún control ni advertencia de sus mortales efectos.
En Estados Unidos, el uso de estos cigarillos electrónico ha causado la muerte de más de cinco personas. Tres de ellas fallecieron en menos de 48 horas y todas las víctimas a causa de enfermedades pulmonares.
Tras el registro de esos decesos, el gobierno de EE.UU. anunció que busca legislar para prohibir su uso definitivo.
Entre tanto, estados como Nueva York han prohibido su comercialización, especialmente en los centros educativos.
Mientras que en Honduras, la actual Ley Especial Para el Control del Tabaco no prohíbe su uso. Tampoco existe una regulación sobre la comercialización de esos cigarrillos.
No obstante, en la citada ley los vapeadores son tipificados como “productos derivados del tabaco”; en ese sentido, figuran ciertas advertencias y restricciones sobre su uso y comercialización que no se cumplen al pie de la letra.
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Violentan la Ley en Honduras
La Ley Especial Para el Control del Tabaco con 71 artículos entró en vigencia desde junio de 2010, durante el mandato del expresidente Porfirio Lobo Sosa.
Esta ley tiene por objeto regular la producción, distribución, comercialización, importación, consumo, publicidad, promoción, patrocinio, relativos a los productos del tabaco, la orientación, educación y prevención.
Lo anterior, para «advertir riesgos y daños a la salud, evitar y deshabituar el consumo de tabaco, determinar las competencias de la autoridad para la aplicación de sus regulaciones y sanciones», según reza la ley.
Es oportuno mencionar, que cuando esta ley entró en vigencia, los cigarros electrónicos no se habían popularizado a nivel nacional. Sin embargo, son considerados como productos derivados del tabaco, así lo estipula el inciso 16 del artículo número cinco.
“Productos derivados de tabaco: preparados totalmente o en parte, utilizando como materia prima hojas de tabaco destinados a ser fumados, chupados, mascados. Inhalados o consumidos por cualquier otra vía de administración, incluyendo los cigarrillos electrónicos”.
Instituciones del Estado evaden responsabilidad
Un equipo de este medio de comunicación intentó buscar las medidas que la Secretaría de Salud estuviere implementado sobre la regulación en la venta de este producto.
Sin embargo, personal de la citada institución del Estado aseguró que ningún ente ligado a ellos realizaba dicho trabajo.
Lo anterior, pese a que la Ley en su artículo 7 reza que “corresponde a la Secretaría de Estado en el Despacho de Salud, sus órganos auxiliares y dependencias en el marco de sus respectivas competencias, la formulación y ejecución de las políticas y estrategias que resulten de la vigencia y aplicación de esta Ley”.
La misma falencia se muestra en la Secretaría de Educación. Esta institución está obligada a incluir en los programas educativos información sobre la grave amenaza que representa para la salud el consumo de los productos derivados del tabaco. Extremo que en muy pocas instituciones educativas se lleva a cabo.
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Servicio a domicilio
Como ya se sabe, existen varias empresas que se dedican a la venta exclusiva de estos productos. Comercializan no solo los vapeadores, sino también los líquidos que no funcionan el uno sin el otro.
Estos accesorios tienen la peculiaridad de que su costo es algo elevado, rondan desde los 500 a 700 lempiras para principiantes, sin embargo, hay vapeadores cuyo precio alcanza hasta los L. 4 mil, todo depende de la marca, tamaño y calidad.
Entre las más populares empresas dedicadas a este rubro hasta cuentan con servicio a domicilio, mismo que publicitan en las redes sociales.
Cuando la ley es clara. Establece que «no es permitida su venta por internet, entregas por correo o mensajero o cualquier otro medio indirecto de entrega».
Por otro lado, estas tiendas ofrecen el producto en estantes al alcance de los clients. Incluso, ofrecen «pruebas de vapeo» previo a que el cliente adquiera el accesorio.
«Ningún expendedor puede tener los productos derivados de tabaco en lugares directamente accesibles al consumidor final», dice el inciso dos del artículo 16 de la Ley de Tabaco.
Los vapeadores y el falso concepto que venden a los fumadores
Este dispositivo fue presuntamente creado con la intención de disminuir la adicción en los fumadores activos. Es decir, en aquellos que inhalan el humo de un cigarro de forma directa.
Pero, según el doctor Lenin Fu, especialista en adicciones, esa es una idea que le venden a la población, ya que, “los cigarros electrónicos fueron creados por las mismas tabacaleras, para diversificar la forma de vender su producto”.
En ese sentido, sostiene que “en ningún momento fue diseñado para que personas dejen de fumar”; contrario a ello, “fueron creados para que la gente consumiera sustancias que llevan nicotina”, agregó el profesional de la medicina.
Los daños
De acuerdo a lo expuesto por Fu, el complemento utilizado para «vapear» está hecho a base de benceno.
Este se ha asociado con varias patologías del aparato respiratorio, así también con varios tipos de cáncer.
Sumado a ello, se asocia con varios tipos de neumonía. Una de ellas es la lipídica causada por acumulo de este aceite en las vías respiratorias.
En Honduras, aún no se registra ninguna muerte a causa de los populares dispositivos. No obstante, los daños por el consumo del tabaco tradicional han cobrado la vida de miles de hondureños.
Para el experto, los daños que ocasiona el consumo de tabaco o derivados de este dependen de la susceptibilidad genética de cada persona. Es decir, hay quienes tienen un origen hereditario, mientras que otros desarrollan algún tipo de cáncer a escasos meses de iniciar como fumadores.
Asimismo, ya hay registro de trastornos de memoria, micro infartos a nivel cerebral e incluso Alzheimer precoz. Esto sin mencionar la impotencia sexual que provoca en hombre entre los 45 a 55 años de edad.
Vapeador vrs cigarro tradicional
De acuerdo a la explicación del galeno, con el tabaco normal hay un fumador activo y uno pasivo. El primero es quien inhala directamente desde el cigarrillo; mientras que el segundo, es quien recibe la exhalación del humo emanado por el fumador activo.
En base a ello, la diferencia más marcada entre ambos productos es que con el vapeador se evita un daño al fumador pasivo, contrario a lo que sucede con el cigarrillo común.
Además de diferencias evidentes como el precio, y la presentación en que ambos se comercializan.
Es oportuno mencionar que el doctor Fu es el coordinador de Centro de tratamiento de atenciones integrales en adicción del IHADFA (Instituto Hondureño para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia).
Es por ello que también se refirió a la citada institución, destacando la lucha que esta emprendió para que la Ley Especial Para el Control de Tabaco se modifique.
«Estamos trabajando para que el IHADFA controle la venta de este tipo de dispositivos, porque vemos que mucho joven está empezando a fumar con ellos porque lo han visto como una moda», indicó el doctor Fu.
Además de ello, asegura que pretenden eliminar la venta de los vapeadores a nivel nacional, tal y como lo está proponiendo Estados Unidos en la actualidad.
Crédito de imagen principal: Vaping 360