REDACCIÓN. Como hicieron desde que comenzó el Mundial, Antonella Roccuzzo y sus hijos apoyaban desde las gradas a Leo Messi. Y llegó la hora de la verdad, con la gran final entre Argentina y Francia que, como no podía ser de otra manera, la familia vivió con gran tensión en el estadio Lusail.
En el minuto 22 de la primera parte, Messi marcaba de penalti y adelantaba a su selección con su sexto gol en la competición. Posteriormente, Di María ponía el 2-0 para los suyos. La familia de Leo, también con su padre Jorge entre ellos, lo vivían con gran alegría.
Antonella, por su lado, mostró sus emociones en la gradería a lo largo del juego. Antes del partido era optimista junto con sus hijos, con la fe de ver a Messi conquistar la ansiada copa.
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La euforia de Antonella tras goles
Antonella y sus tres hijos: Mateo, Thiago y Ciro, vivieron de una manera particular el gol de penal del capitán de la Selección Argentina que abrió el marcador. Las cámaras de la FIFA la enfocaron saltando de alegría y abrazándose con sus acompañantes.
Roccuzzo, a diferencia de otras ocasiones, no se volteó ni se tapó el rostro a la hora que Lionel Messi ejecutó el penal que le cobraron a Ángel Di María y cuando el balón infló las redes de Hugo Lloris la alegría la desbordó.
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La esposa de Messi saltó sobre su asiento, levantó los brazos gritó cerró los puños y se unió en un brazo interminable con la otra mujer más importante para Leo, la madre. Después abrazó a los chicos, mientras recibía los abrazos del resto de su gran familia.
