Una pareja de California, Estados Unidos, es acusada de asesinar a sus dos hijos adoptivos de 3 y 4 años de edad (ambos hermanos), cuando se encontraban jugando en el patio de su casa.
Orrin, y Orson, de cuatro y tres años, respectivamente, fueron vistos por última vez el 21 de diciembre de 2020, cuando jugaban afuera de la casa donde vivían con sus padres adoptivos, Trezell y Jacqueline West, en California City.
El hombre dijo que entró a dejar leña a la casa y cuando salió, los niños ya no estaban. Ese día se denunció su desaparición al Departamento de Policía de California City. Los agentes registraron la casa y se llevaron a los West para interrogarlos.
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Investigación
El jefe policial de California City, John Walker, dijo a los medios de comunicación, a finales de diciembre de 2020, que había algo sospechoso en el caso, pero no se encontró nada al registrar la casa.
El jefe Walker señaló que no creía que los niños se hubieran adentrado en el desierto, porque se realizó una búsqueda exhaustiva con la ayuda de un helicóptero, en un perímetro de ocho kilómetros, y no se les encontró, además de que aquella noche hizo mucho frío.
Con el apoyo de empresas y organizaciones locales, se ofreció una recompensa de más de $100,000 dólares a quien tuviera información que permitiera encontrar a los niños.
En marzo del año pasado, el Departamento de Policía de Bakersfield relevó al Departamento de Policía de Cal City como encargado de la investigación. El FBI y el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados también participaron.
En junio, el Departamento de Policía de Bakersfield dijo que se habían emitido 44 órdenes de registro, 16 búsquedas en áreas masivas, tres fuera del estado, se había entrevistado a 83 personas y se habían incautado 170 artículos como pruebas, sin dar detalles de lo incautado. Además, se extrajeron datos de dispositivos móviles y electrónicos.
Sin embargo, fue hasta el pasado martes, 1 de marzo, que los padres adoptivos fueron detenidos.
Ellos enfrentan dos cargos de asesinato en segundo grado y dos cargos de crueldad intencionada contra un niño. Además, enfrentan un cargo menor por levantar un informe falso de una emergencia. Si los declaran culpables enfrentarían una pena de entre 30 años y cadena perpetua.
Fuente: Univisión.
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