CIUDAD DEL VATICANO. En la misa de vísperas de Año Nuevo, el Papa Francisco agradeció al personal sanitario y docente por su ardua labor durante la pandemia del COVID-19.
Debido a que el sumo pontífice sufre de una dolorosa ciática, la homilía se leyó por el cardenal italiano Giovanni Battista Re, en su nombre.
La ciática que sufre Francisco, de acuerdo a lo que informó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, le impide también presidir la misa de mañana, 1 de enero, de Año Nuevo, y lo hará el cardenal Pietro Parolin. Sin embargo, sí rezará mañana el Ángelus, como estaba previsto.
Homilía de agradecimiento al personal de salud
El cardenal Battista Re leyó la homilía preparada por el Papa. En esta, el sumo pontífice agradeció la labor de las personas que han trabajado a favor de los demás en 2020, por la pandemia del COVID-19.
Bergoglio escribió en su homilía: «Los trabajadores de la salud, médicos, enfermeras, voluntarios están en la primera línea, y por esto siempre están en nuestras oraciones y merecen nuestra gratitud».
«Pero esta noche nuestro agradecimiento se extiende a todos aquellos que se esfuerzan cada día por llevar su familia y su servicio al bien común de la mejor manera posible», describió el Papa.
«Pensamos concretamente en los directores de escuela y en los profesores, que juegan un papel fundamental en la vida social y que deben afrontar una situación muy compleja», añadió.
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Agradecimiento a los trabajadores de la administración pública
Además, Francisco dio las gracia a los trabajadores de la administración pública, que se mueven por el bien de sus ciudades. «Se desvinculan de los intereses privados y de los de su partido» y buscan «el bien de todos, empezando por los más desfavorecidos», señaló.
En la misa de las primeras vísperas de la Solemnidad de la Virgen María, en la que se entonó el tradicional «Te Deum» en agradecimiento al año que acaba, la homilía escrita por el Papa también recordó que es necesario dar las gracias siempre, también por el 2020, aunque se antoje «forzado» por haber sido un año «marcado por la pandemia» del COVID-19.
«Quizás podamos encontrar un ‘sentido’ a esta tragedia que es la pandemia, como a otros flagelos que afectan a la humanidad: el de suscitar en nosotros compasión, actitudes y gestos de cercanía, cuidado, solidaridad y afecto», agregó Francisco en su homilía.
Confinamiento
En la homilía, el Papa se refirió a todos aquellos ciudadanos que, durante las medidas de confinamiento decretadas por los gobiernos para frenar la transmisión del COVID-19, «sin hacer ningún ruido» apoyaron a los demás y se preocuparon por los otros sin esperar recompensa.
La ceremonia comenzó a las 17.00 hora local (16.00 GMT), cuando el cardenal Battista recorrió la Basílica de San Pedro del Vaticano hasta llegar al Altar de la Cátedra, mientras se entonaban solemnes cantos litúrgicos.
La misa de este fin de año se ha caracterizado por la ausencia del papa Francisco, pero también de los numerosos fieles que otros años acudían a escuchar la homilía. Este año, en la basílica ha habido unos pocos asistentes y un grupo reducido de medios de comunicación para garantizar las medidas de prevención contra el COVID-19.
El calendario de las celebraciones navideñas del Vaticano continúa mañana con la misa de Año Nuevo y el 6 de enero con la misa por la Epifanía del Señor.
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