TEGUCIGALPA, HONDURAS. Una ola de frío sin precedentes está afectando a millones de personas en los Estados Unidos, y entre ellos, miles de hondureños están encerrados en sus hogares y sin acceso a los servicios básicos.
Temperaturas polares y millones sin electricidad: la ola de frío que azota buena parte de Estados Unidos ha dejado decenas de fallecidos. Mientras que en el norte de México, también afectado por los cortes de energía, reportó seis muertos.
Hondureños que residen en distintas partes de los Estados Unidos hablaron con Diario TIEMPO Digital y relataron la situación que viven.
Luisiana fue declarado en emergencia recientemente por las autoridades estadounidenses, ya que como confirmó María José Reyes, “las calles están congeladas”.
“Mi familia y yo hemos estado en casa desde el domingo. Es imposible salir a la calle”, comenzó el relato la hondureña que radica en Luisiana.
Reyes dijo que en su tiempo viviendo en Estados Unidos ya había experimentado diferentes tormentas de nieve pero nunca una como esta. Además dijo que ella y su familia se encuentran obligadas a estar todo el día cerca de una fuente de calor.
Por último, la hondureña afirmó que no tiene acceso a los servicios básicos ya que las calles están resbaladizas y los autos no pueden avanzar. Además que no hay suministros de combustible.
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Empresas y negocios cerrados
Un caso similar vive una hondureña que reside desde hace dos años en New Jersey, Julieth Valle, quien contó a Diario TIEMPO que los autos están enterrados en la nieve.
“No hay energía eléctrica en muchas zonas y no hay gente en las calles en mi zona”, afirmó Valle.
Además contó que muchas escuelas están cerradas y se continúa por la modalidad virtual. “Tampoco se puede ir a trabajar ya que las calles se encuentran congeladas y son propensas a accidentes”.
Un hondureño indocumentado que reside en Texas desde hace 20 años, dijo a TIEMPO que lo más duro de la oleada es el disparo de casos de COVID-19.
“Lo más duro de esto es ver a paisanos conectados a respiradores artificiales, la salud de nosotros no les interesa porque no tenemos seguro”, contó.
Asimismo, relató que en su comunidad se vive un gran pánico ya que las tiendas no se dan abasto y no hay combustible ni energía eléctrica por horas.
“No sabemos cuándo va a pasar esto pero lo que esperamos los migrantes es que se solucione rápido para volver a trabajar”, sentenció.
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