Redacción.– En uno de tantos rincones de Asia se esconde el país más radical del mundo, uno en el que está prohibido el uso de la palabra coronavirus, lucir barba si tenés menos de 40 años, cambiarle el nombre a un caballo, conducir un vehículo sucio o comprar un paquete de tabaco.
¿Podrías vivir bajo estas y otras cohibiciones? Turkmenistán está ubicado en Asia Central y es la menos poblada entre las antiguas repúblicas soviéticas de dicho continente. De igual manera, es considerado uno de los países menos democráticos del mundo, dado que The Economist lo ubicó en el puesto 162 de 167 países, por debajo de Arabia Saudí o de Libia.
También es la nación peor posicionada, según su reporte de índice de democracia. Desde 1991, Turkmenistán tuvo el mandato de tres presidentes: Saparmyrat Nyýazow, Gurbanguly Berdimuhamedow y el actual mandatario, Serdar Berdimuhamedow.
No obstante, dos de los tres presidentes impusieron cultos a su personalidad y decisiones exageradas, como la que se mencionó anteriormente sobre prohibir la palabra coronavirus. Además, declararon la neutralidad perpetua del país, reconocida por la ONU desde 1995, según Reporteros sin Fronteras.
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En 2020, los habitantes de la provincia de Lebap se toparon con la sorpresa de que ya no podrían teñirse el pelo de negro para ocultar las canas. Esto, porque el presidente Gurbanguly Berdimuhamedow había dejado de hacerlo y, al contrario, las lucía con tranquilidad.
En el mismo año, cuando recién empezaba la pandemia que paralizó al mundo, especialmente a la población de este continente, el entonces presidente Gurbanguly Berdymukhamedov tomó la decisión de combatir la pandemia eliminando la palabra “coronavirus” para siempre, por lo que quedó prohibido referirse al tema o mencionar el concepto.
Según denunciaron varios corresponsales de las emisoras Radio Free Europe y Radio Liberty, “aquellos periodistas que hablaron de la pandemia, la Policía los retiró”. Del mismo modo, detuvieron a todo aquel que usaba tapabocas en la calle. También, a quienes involucraron a la pandemia en sus temas de conversación.
Ese año fue uno de los más críticos para los medios de comunicación. Diferentes periodistas y reporteros no pudieron informar ni dar primicias de lo que sucedía allí y en el resto del mundo con base al covid-19.
A partir de entonces, «Reporteros sin fronteras» catalogó a Turkmenistán como el peor país para la libertad de prensa. Además, de que lo consideran un país sin compasión con sus habitantes por haberlos puesto en riesgo ante la emergencia sanitaria.