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jueves, noviembre 21, 2024

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Honduras.- Los padres del influencer japonés, Shin Fujiyama, se encuentran en suelo catracho disfrutando de la gastronomía y ayudando a su hijo y bloguero en la construcción de una de sus escuelas.

A través de sus redes sociales, Shin ha compartido varias fotografías con sus padres, quienes desde que aterrizaron en el país, han disfrutado de platillos como el plátano con mantequilla y sopas típicas.

“Mi madre ya probó el manjar, sopa de gallina india. Gracias por alimentarla Pinalejo, Santa Bárbara”, citó el japonés en una de sus fotografías compartidas.

Sin embargo, este sábado destacó que sus padres le acompañaron a continuar su sueño de construir 1,000 escuelas en Honduras. “Gracias Chamelecón por regalar a mis padres una experiencia inolvidable de poder construir una escuela juntos”, escribió en sus redes oficiales el joven japonés.

Shin Fujiyama
Shin Fujiyama y sus padres en la construcción del centro educativo en SPS.

Como es de costumbre, varios hondureños agradecieron a Shin Fujiyama y a sus padres su labor en Honduras.

«Ojalá todos fuéramos como en otras culturas, donde sin importar la edad colaboran en todo. Gracias Shin por siempre darnos un buen ejemplo y sus papas son de admirar también». «Gracias a ustedes». «Los buenos padres que han sido para poder haber educar a Shin tan bien y tan lleno de amor», son algunos de los comentarios.

Nota relacionada: Mamá de Shin Fujiyama “encantada” con la mantequilla de Santa Bárbara

Construcción de nueva escuela en Chamelecón

Shin Fujiyama inició la construcción de la escuela número 67 en la colonia San José, de Chamelecón, San Pedro Sula. Esta contará con dos plantas sólidas donde los pequeños podrán recibir educación digna.

A través de sus redes sociales, el influencer que reside en Honduras aseguró que se trata del segundo proyecto más grande de su fundación Students Helping Honduras (SHH).

Shin Fujiyama en Chamelecón
El japonés edificará un instituto de dos pisos.

«Hoy comienza nuestro reto más nuevo, aquí muchos niños están en estas (precarias) condiciones en una galera. Ellos son niños de primer grado que no han tenido su aula, están en una champa de nailon, bajo sol, bajo agua, alumnos que perdieron todo en los huracanes (Eta y Iota)», contó Fujiyama.

De acuerdo con lo informado por medios locales, gracias a este proyecto se verán beneficiados 436 niños que anhelan recibir una educación merecedora.

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