CORTÉS, HONDURAS. Un paciente renal murió en las afueras del hospital móvil de San Pedro Sula cuando iba en busca de asistencia médica por presentar síntomas relacionados con el COVID-19.
Según dieron a conocer sus propios familiares, él salió de su casa en Santa Cruz de Yojoa hacia la capital industrial con graves problemas para respirar, y estando ya en el sanatorio, murió en el estacionamiento de autos.
Jesús Marcial Portillo Peña, de 68 años de edad, esa es la identidad de la víctima, confirmó su propio suegro, quien fue la persona que lo trasladó de emergencia en carro desde el sur del departamento.
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Agonía y pesar
Él manifestó sentirse asperezado, pues, según comentó, don Jesús le pedía que, por favor, fuera conseguirle oxígeno, pero en el hospital ya no había.
«El oxígeno que andábamos, él ya no lo sentía, entonces, me pedía ‘oxígeno, oxígeno’, pero yo le dije que lo único que podía darle eran los quince litros, máximo, que el otro oxígeno yo no lo tenía a mano, que me disculpara», confesó entre lágrimas.
Asimismo, comentó que, en efecto, don Jesús padecía diabetes, enfermedad de base que lo hacía más vulnerable, y estaba siendo atendido en su casa de habitación por su familia y médicos a domicilio.
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