TEGUCIGALPA, HONDURAS. Los organismos ACNUR, OIM, OACNUDH y OMS, realizaron un comunicado en conjunto para exigir el respeto de los derechos y salud de las personas refugiadas, migrantes y apátridas quienes deben ser protegidos ante emergencia del COVID-19.
En ese sentido, manifestaron que todas las personas son vulnerables en este tiempo de crisis debido al nuevo coronavirus. Sin embargo, indicaron que las personas refugiadas, desplazadas forzosamente, apátridas y migrantes enfrentan un riesgo aún mayor.
En cuanto a esta parte de la población, destacaron que tres cuartas partes de esas personas están refugiadas en el mundo. Asimismo, indicaron que muchos migrantes se encuentran en regiones en vías de desarrollo, donde los sistemas de salud están ya sobrepasados y subcapacitados.
Los organismos, además, expresaron que estas personas en muchas ocasiones viven en lugares sobrepoblados y asentamientos. En otros casos, en refugios improvisados o centros de recepción. Resaltaron que estos sitios carecen de un adecuado acceso a los servicios de salud, agua limpia y saneamiento.
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Migrantes y refugiados tienen derecho a atención medica ante el COVID-19
Los organismos señalaron que los niños migrantes, familias y personas detenidas sin base legal suficiente deben ser liberados de inmediato. De esa forma, señalaron que estas personas están en lugares de detención formales e informales que carecen de buenas condiciones, donde un brote de COVID-19 sería catastrófico.
Ante la vulnerabilidad de los migrantes y refugiaos, indicaron que, para prevenir una catástrofe, los gobiernos deben hacer todo lo que puedan para proteger los derechos. Al igual, velar por la salud de todas las personas. Por lo cual deben trabajar en proteger los derechos y la salud de todas las personas y así ayudar a controlar la diseminación del virus.
Además, subrayaron que los migrantes y refugiados deben tener derecho al acceso del servicio de salud. Asimismo, garantizar que tengan accesos a tratamiento, pruebas y atención ante el COVID-19. Resaltaron que este es el momento en que las instituciones financieras mundiales pueden jugar un rol de liderazgo si deciden poner fondos a disposición para ayudar a estas personas.
Finalmente, señalaron que ante la amenaza del COVID-19, el foco principal de la humanidad debería ser la preservación de la vida, sin importar el estatus social. Añadieron que muchas personas refugiadas, desplazadas, apátridas y migrantes cuentan con habilidades y recursos que también pueden ser parte de la solución.