Después de casi dos décadas de gobiernos militares, con casi dos épocas de desarrollo casi cero para Honduras y luego del retorno a elecciones democráticas por exigencias de organismos internacionales, se desarrolló toda una época democrática en Honduras.
Los proceso electorales dieron a partir de 1982 los gobiernos siguientes: el liberal Dr. Roberto Suazo Córdoba (1982 a 1986); el ceibeño liberal, Ing. José Simón Azcona del Hoyo (1986 a 1990); el nacionalista, abogado Rafael Leonardo Callejas (1990 a 1994); el liberal, doctor Carlos Roberto Reina (1994 al 1998); el liberal, ingeniero Carlos Roberto Flores Facussé (1998 al 2002); el nacionalista, licenciado Ricardo Maduro Joest (2002 al 2006); el empresario liberal, José Manuel Zelaya Rosales (2006 al 2009) y el liberal, Roberto Micheletti Baín.
A partir de ahí se dio la ruptura de la unidad del gran Partido Liberal, por las enormes fisuras provocadas por el golpe de Estado del 28 de junio 2009 y con ello nació el Partido Libertad y Refundación (LIBRE).
Posterior a este gobierno conflictivo, se rompió la tradición de dos gobiernos liberales y uno nacionalista, este último por su irrespeto a la ley sus tendencias corruptas, la persecución a los lideres sindicales, gremios y sindicatos, se hace evidente y se desgastan en el poder en menos de tres años y con ello el país se va empobreciendo cada vez más.
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Aún con fraudes son tres gobiernos nacionalistas continuos: Porfirio Lobo Sosa, 2010 al 2014, y Juan Orlando Hernández, 2014 al 2018 y del 2018 al 2022, y si esta división continúa y no se logra la unidad de liberales y libres se vislumbra otro gobierno con el mismo tinte político actual. Ya todos sabemos los niveles temibles de empobrecimiento en que tienen sumido al país.
Es peligroso seguir con la misma tendencia y con los mismos niveles extremos de corrupción.
Hoy hablar de unidad es urgente y necesario. La verdadera unidad real, sea el partido LIBRE al poder con divisiones de poder o bien los liberales al poder con las mismas circunstancias.
La alternabilidad es saludable para el país, en similares características. Con divisiones poderes negociadas. El país tocó fondo y hoy debe resurgir, crear esperanza y desarrollo para todos.
Pero en las elecciones debe lograrse la unidad, de lo que ha sido protagonista el glorioso Partido Liberal y esta unidad la conforman principalmente liberales y libres; su mayor fuerza son sus bases. Esta es esta unidad que cambiará a Honduras.
Hoy, Yani Rosenthal Hidalgo, luego de un proceso enorme de persecución empresarial y política, su detención e incluso la perdida circunstancial de su padre, el daño de sus empresas, su encarcelamiento selectivo iniciado en Honduras y culminado en USA a él y a su familia, ha vuelto a Honduras.
Él mismo fue en el pasado hombre de confianza dentro del gobierno de Manuel Zelaya, lo que lo hace ser una esperanza liberal de unidad partidaria, su experiencia empresarial en la toma de decisiones, el ser un hombre ya juzgado y libre, es una esperanza nacional para un verdadero cambio político en Honduras.
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