Por: Dr. Filiberto Guevara Juárez. -Estigmatización es: «una condición, atributo, rasgo o comportamiento que hace que la persona portadora sea incluida en una categoría social hacia cuyos miembros se genera una respuesta negativa y se les ve como culturalmente inaceptables o inferiores».
Cuando la estigmatización se combina con la ignorancia, sus efectos negativos sobre una nación, pueden ser contraproducentes. Creo que esto se debe a la creencia que el virus SARS-Cov2, responsable de la entidad clínica COVID-19, anda flotando en el aire, lo cual es una conjetura que no ha sido comprobada científicamente.
Lo que si es probable, es que en ambientes cerrados y, con aparatos de aire acondicionado o ventiladores, funcionando, dicho virus podría flotar en el aire por un tiempo mayor. ¿Cuánto tiempo? Eso, a la verdad, es difícil determinarlo. Así pues, la desinformación y el prejuicio ligado a la estigmatización absurda, está haciendo que varios alcaldes de nuestro país en varios municipios, estén mandando a cerrar las carreteras de acceso a sus municipios, al muy estilo, como si fueran alcaldes de un pueblo como Macondo, en la genial obra del premio Nobel de literatura, Gabriel García Márquez, donde en el relato de la novela, «Cien años de soledad», manda a declarar como epidemia al insomnio.
Esos alcaldes en su ignorancia no se han dado cuenta que, al bloquear las carreteras hacen mucho daño a sus comunidades, haciendo que el remedio sea peor que la enfermedad misma COVID-19.
La estigmatización e ignorancia provoca también, que muchas personas, para no ser ESTIGMATIZADOS como los leprosos en los tiempos bíblicos, prefieran hasta morirse en sus casas, al no avisar a las autoridades de salud respectivas para recibir la atención médica oportuna, afectando con ello, hasta a los demás miembros de su familia, agravando aún más, la propagación del virus responsable del Covid-19, y provocando más muertes innecesarias. Los medios de comunicación social, deben sacar de la ignorancia a la población hondureña y evitar la estigmatización por COVID-19.
Hay que advertirle a la población, que cuando una persona en forma irresponsable, no solicita ayuda a tiempo ante la sospecha de estar afectada por Covid-19, está causando muertes innecesarias y, complicando aún más el manejo de la pandemia, por parte de las autoridades encargadas de hacerlo, responsablemente. La estigmatización en el manejo de los cadáveres por personas fallecidas por Covid-19, ha llegado a tal extremo, que los pobladores de las viviendas cercanas a los cementerios quieren impedir que se les de la sepultura adecuada a las personas que han tenido el infortunio de fallecer en la soledad y sin las respectivas honras fúnebres, debido a los protocolos establecidos en el manejo de la pandemia.
En el tiempo de Nuestro Señor Jesucristo, debido a lo ignominioso que resultaba ser una muerte en cruz, se dejaban los cadáveres para que fueran devorados por las aves de rapiña, lo cual era completamente inhumano. Eso hubiera sucedido con Nuestro Señor Jesucristo si José de Arimatea y Nicodemo no le hubieran dado una sepultura digna.
En estas circunstancias por los fallecimientos por el Covid-19, hacen falta más José de Arimatea y Nicodemos, para dar sepultura digna a nuestros compatriotas fallecidos. ¡Digamos a un NO rotundo a la estigmatización a los fallecidos por Covid-19! .
Así pues, urge parar lo más pronto posible, esa especie de epidemia de ignorancia y estigmatización por el Covid-19.
San Pedro Sula, 6 de abril, de 2020.