Por: Ing. Carlos Fúnez Aguilar. –Los daños naturales como su nombre lo dice son aquellos causados por los fenómenos naturales de diferentes orígenes formas y denominaciones llámense inundaciones incendios, terremotos maremotos, tsunamis etc.
En Honduras se presentan con mayor frecuencia y violencia las inundaciones y los incendios forestales sobre los que basaremos nuestro presente comentario.
Las inundaciones en nuestro país hasta hace algunos años no muy lejanos se presentaban de manera cíclica en la mayoría de los departamentos que conforman nuestra geografía nacional, pero con mayor incidencia en nuestra costa atlántica y muy especialmente en el Valle de Sula el cual es cruzado por dos de los ríos de mayores caudales en época de invierno, el Chamelecón y el Ulúa.
Estos son los ríos que tienen las mayores cuencas hidrográficas o áreas tributarias y ríos afluentes caudalosos que en época de lluvia de gran intensidad y duración siempre causan las mayores inundaciones en nuestra costa norte dejándonos severos daños y cuantiosas pérdidas económicas en la agricultura, la ganadería y las industrias instaladas en la zona. Haciéndonos lógicamente graves daños en las industrias instaladas en el Valle de Sula; dañando de igual forma toda la infraestructura existente como ser carreteras, ferrocarriles, puentes vehiculares y peatonales alcantarillas, sistemas de riego, drenaje, cable vías, muros de contención y otras estructuras menores.
El patrón cíclico de estos eventos era de 20 a 25 años lo que técnicamente se conoce con varias denominaciones como periodo de retorno, periodo de recurrencia y periodo de ocurrencia. Pero debido a las alteraciones sufridas por el cambio climático (Fenómeno del Niño) estos períodos de tiempo han sufrido cambios negativos a un punto tal que a los pronosticadores del estado del tiempo ya se le dificulta acertar en sus pronósticos aún aquellos eventos o sucesos que otrora eran infalibles como el inicio del invierno en el mes de mayo. De este hecho tan seguro salió hasta un dicho muy popular para decir que algo es completamente seguro: “Qué es más seguro que el agua de mayo”.
Ahora los inviernos comienzan en ciertos años hasta en el mes de septiembre y sí así continuamos degradando el medio ambiente como está ocurriendo actualmente llegaremos a tener cuando mucho 2 meses de invierno en el año. Situación que nos traerá muchos y graves problemas económicos y en nuestra salud. Económicos, porque en esa fecha ya estaremos importando todos los productos de nuestra canasta básica lo cual será un fuerte golpe moral para el pueblo hondureño porque nosotros somos un país de vocación agrícola en el cual nuestros agricultores y campesinos no podrán en un futuro muy próximo producir los alimentos ni para nuestro consumo interno mucho menos para venta local y exportación.
Pero hay algo aún peor que esto, y es que los productos importados para nuestro consumo serán sumamente caros a extremo tal que la mayoría de nuestra población no podrá adquirirlos porque dichos productos superan por su precio de la capacidad de compra nuestra y nuestro nivel socioeconómico.
Así de difícil se nos plantea el futuro a los hondureños, pero la mayoría de nuestra población piensa que cuando alguien dice estas cosas lo hace únicamente para preocupar o incomodar a las demás personas; No analizan que el daño que se le está haciendo al medio ambiente destruyendo los bosques y las fuentes de agua nos traerán muchos problemas sociales alimentarios por la escasez de dichos productos. Tendremos además problemas de desnutrición severa y pobreza extrema con la tala de los bosques y los incendios forestales estamos destruyendo el oxígeno y la capa de ozono que ambas cosas son sumamente fatales porque estamos destruyendo y contaminando el aire que respiramos y la capa de ozono qué es lo que nos protege de las radiaciones directas de los rayos solares.
Aumentando significativamente el calor en nuestro planeta causando graves enfermedades cutáneas como el cáncer de piel y posteriormente la muerte. El aire contaminado que respiramos por los incendios forestales desarrolla graves problemas de salud como las toses permanentes, pulmonías, tuberculosis hasta conducirnos también a la muerte. Meditemos muy seriamente todos estos aspectos que si no cambiamos nuestro sistema de vida terminaremos como las cigarras tostadas por el calor del sol siendo nosotros mismos los únicos responsables de nuestro fatal destino porque estos son casos que nadie quedará para contarlo.
Quiero aclarar que todo lo que se ha escrito en este comentario no lleva ninguna finalidad de intimidación simplemente se ha planteado una dura pero verdadera y clara realidad.
El que quiera que tome en cuenta nuestros puntos de vista y el que no simplemente que no atienda nuestros puntos de vista. La concepción del daño causado al medio ambiente no lleva la mezquina finalidad que se salve mi familia ni mis amigos pues estas son catástrofes a nivel mundial que de suceder lo más seguro es que no quede nadie ni para contarlo. Las personas deben aceptar nuestros puntos de vista pero que no sea una decisión extemporánea que ya nada se puede hacer para salvarnos ante los severos efectos de un ambiente tóxico y degradado.
Yo quiero en esta oportunidad proponer al gobierno de la república la creación de cuerpos de policías forestales en todos los municipios de Honduras porque tendría como finalidad primordial la protección de nuestros recursos naturales que Dios nos ha brindado en nuestra flora y fauna que han sido sumamente afectadas por los endémicos males de la corrupción y la impunidad.
Los bosques han sido blanco de grandes robos. Han saqueados nuestras madereras preciosas como el cedro y la caoba que en tiempos pasados abundaban y se erguían opulentas y orgullosas en nuestros grandes bosques y montañas de fondo azul, las que les cantó con profunda inspiración nuestro gran laureado poeta Juan Ramón Molina.
En nuestro país la corrupción y la impunidad nos tienen tocando fondo porque ahora son más que antes los que nos roban madera sin permiso de explotación y la llevan para países vecinos como El Salvador y Guatemala, con conocimiento vista y paciencia de las autoridades hondureñas.
El comercio internacional de aves desde hace muchos años lo vienen explotando los corruptos del oficio. La cacería indiscriminada sin ningún control ni castigo ya dio cuenta de muchas especies de animales salvajes que en otro tiempo adornaban nuestro zoológico selvático y que ya se extinguieron.
Es necesario y muy urgente que nuestros gobiernos pongan orden en este país porque el principal problema que tenemos es que aquí nadie respeta la ley, ni gobernantes y ni gobernados. Entonces cada quien toma el espíritu de la ley como más le conviene a él, de su familia y sus amigos; no hemos aprendido a de poner los intereses personales o políticos por el bien común y el conglomerado nacional.
Pido perdón por mi franqueza a todos los buenos hondureños que ya quedan pocos, pero con grandes convicciones morales. A los que ya esa gran vorágine de corrupción los llevará por caminos equivocados y torcidos. Los cuerpos de policía forestal que estoy proponiendo deben ser escogidos y nombrados por las corporaciones municipales de cada municipio que sean vecinos del municipio preferiblemente porque ellos sentirán un mayor grado de responsabilidad con su propia gente.
Que este personal sea entrenado, supervisado y pagado por las corporaciones municipales; No pagar por horas extras, sino que negocien entre las municipalidades y los policías un salario fijo que sea justo y equitativo; un salario fijado por las corporaciones municipales de acuerdo a las áreas que se vigilarán, en hectáreas o manzanas en cada municipio. Los guardias forestales vigilarán la flora, fauna y la pesca ilegal en el área protegida. También deben practicarles exámenes psicológicos a todos los candidatos para no caer en el error de contratar pirómanos que en Honduras tenemos muchos y son los mismos que todos los años les prenden fuego a las áreas protegidas. Hacerlo sería como poner perros a que nos cuiden la carne. Esté personal de vigilancia debe tener un reglamento interno justo y claro para no tener conflictos laborales.