TEGUCIGALPA, HONDURAS. Luego de que el Gobierno a través de la Secretaría de Salud comenzara a distribuir el primer lote de medicamentos que componen los tratamientos «Maiz» y «Catracho», el doctor Omar Videa, uno de los cofundadores, recomendó tanto a la población como a los médicos, tener confianza en su efectividad.
«Los pacientes que se tratan de manera temprana, esas personas ven reflejada la reducción de los síntomas en un término de 48 horas. A ese tiempo, tiene que verse el efecto del método Maiz», explicó Videa a través de medios locales.
Sin embargo, durante su comparecencia, el también médico internista dijo que si el tratamiento «Maiz» se aplica siete días después de que el paciente presentó síntomas, difícilmente verá resultados.
«MAIZ no es una terapia milagrosa, pero ayuda a reducir la carga viral, o sea, que lo fuerte de la enfermedad se disminuye, pero no elimina la misma», indicó el galeno.
De igual forma, el profesional de la salud expuso que la enfermedad va a tener un curso que, en un término de siete a catorce días, el paciente con COVID-19 puede volverse negativo.
Por lo anterior, aseguró que hay pruebas de laboratorio que confirman que un paciente nueve días después de iniciar el tratamiento vence virus. Tal es el caso del primer paciente que se recuperó en ese período de tiempo con el tratamiento Maiz.
«La hidroxicloroquina se ha suspendido en pacientes graves, porque estudios demuestran que no tiene ningún efecto», aclaró el especialista.
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Se debe instruir a médicos sobre el tratamiento Maiz
Por otra parte, Omar Videa hizo enfásis en que es importante que tanto los médicos como la población sepa cuántos son los días de tratamiento. «El primer día se ingieren cuatro medicamentos; el tercer día, tres, y a partir del sexto día, se continúa el tratamiento solo con dos medicamentos», detalló.
Asimismo, el médico dijo que desde el 11 de marzo solicitaron al Estado implenetar políticas de salud para el abordaje de la COVID-19.
«Usted puede tener un plan muy bonito en el papel, pero si no tiene medicamento donde se necesitan. Para mí, el enfoque debe estar en el área rural que hay menos acceso. Los laboratorios que la producen deberán licitar, pero eso corresponde al Estado, llevar el proceso de forma transparente», concluyó.