La ansiedad se caracteriza por presentar una sensación de malestar subjetivo, de alta intensidad, que desencadena síntomas a nivel emocional y conductual.
Las personas que lo padecen pueden sentir sensación de ahogo, taquicardia, dolor en el pecho, llanto incontrolado, temblores, tensión muscular, miedo a morir, entre otros.
La presencia de estos síntomas puede ser confuso para quienes no conocen lo suficiente sobre los cuadros ansiosos. El National Institute of Mental Health de Estados Unidos señala que la ansiedad se desarrolla lentamente y puede comenzar desde la adolescencia o adultez temprana.
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Entre otras cosas, los pacientes con este trastorno a menudo sienten nerviosismo en situaciones diarias, respecto a su rendimiento en el trabajo, las finanzas, su salud, atrasarse en el cumplimiento de responsabilidades.
Quienes conviven con una persona con ansiedad conocen lo difícil que este padecimiento puede llegar a ser. Por ello compartiremos contigo algunas pautas que podrían ser de ayuda si es tu caso.
¿Qué siente una persona con ansiedad?
Para ayudar a una persona que padece ansiedad, podemos primero tratar de conocer lo que ellos sienten. Algunos de los síntomas de la ansiedad pueden ser:
- Preocupación excesiva por cosas cotidianas
- Dificultad para controlar nerviosismo y preocupaciones
- Dificultad para relajarse
- Problemas de concentración
- Pueden sorprenderse con facilidad
- Dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido
- Sensación frecuente de cansancio
- Dolores musculares o estomacales
- Dolores de cabeza
- Malestar que no logra explicar
- Mareos o sensación de falta del aire, entre otros.
Tal como se puede notar, los síntomas de la ansiedad pueden colocar a quien la padece en situación de desventaja, pudiendo llegar a incapacitarle para el desempeño de sus tareas diarias. Por esto, los profesionales sugieren, en algunos casos, el tratamiento farmacológico.
Cómo ayudar a una persona con ansiedad
Los familiares y amigos de quienes padecen ansiedad muchas veces no saben cómo manejar esta situación, y es posible que sientan confusión. Conviene conocer cómo se puede actuar en estos casos para evitar actitudes que, más bien, pueden intensificar el malestar. ¿Qué podemos hacer?
1. Lo primero para ayudar a una persona con ansiedad: informarse
Para que los hechos adquieran significado, es necesario conocer de qué se trata la ansiedad. La mejor fuente es, en primer lugar, la persona que la padece, y luego los textos informativos médicos dirigidos al público general. Por supuesto, también podemos consultar con un profesional de la salud mental.
2. Ser empático
Tratar de comprender a la persona que está sufriendo, intentando colocarse en su lugar mediante la empatía.
3. Escuchar
Algunas veces, la persona con ansiedad necesita ser escuchada. Esto puede aliviarle temporalmente. Asimismo, demostrarle disponibilidad le ayudará a encontrar calma.
4. Evitar descalificar
Ya sea con comentarios hirientes o juicios morales. Es importante, jamás restar importancia o trivializar el sufrimiento del otro.
5. Evitar las culpas
Ya que esto solo puede aumentar la angustia de la persona que padece ansiedad. Es posible que la persona, producto de los mismos síntomas, no pueda controlar la situación, pero nadie más que ella desea encontrar la calma en ese momento.
6. Evitar angustiarse excesivamente
Hacer esto aumentaría las alarmas de quien siente ansiedad y el cuadro se sobredimensionaría.
7. Ayudar a hacer un análisis objetivo
Un análisis objetivo sobre lo que está sucediendo será útil para ayudar a la persona a afrontar la situación.
8. Ayudarle a ver más allá del momento
Que la persona que padece ansiedad recuerde que, si en otros momentos ha solucionado problemas que parecían difíciles, ahora también puede encontrar las soluciones que necesita.
Más pautas para ayudar a una persona con ansiedad
Las siguientes pautas también podrían ser de ayuda en el tratamiento de la ansiedad:
- Apoyar a la persona para que afronte sus miedos de forma progresiva, y felicitar sus avances.
- Evitar la sobreprotección: esta manera de actuar es común, ya que se busca proteger a quien se quiere, pero no es recomendable porque puede ayudar a sostener el problema en el tiempo.
- Evitar decirle que se calme porque esto solo puede incrementar la tensión y el nerviosismo, haciendo que la persona se sienta más agobiada o con más ahogo.
- Dar espacio: esto equivale a dejar claro que se está allí para darle apoyo, pero no llamar la atención de más personas, por ejemplo, si los síntomas de ansiedad aumentan en la calle. Hacer esto le puede hacer sentir más nerviosismo.
- Mostrarles otro estímulo que centre su atención, por ejemplo, en la respiración de quien lo acompaña y que trate de imitarla.
- Ayudarle con ejercicios de respiración puede resultar útil para aliviar el síntoma de hiperventilación.
- Hablar con un tono calmado: escuchar la voz serena, pero firme, puede ayudar a que los niveles de activación disminuyan.
- Recordarle que todo pasará, que poco a poco sus síntomas van a ir pasando, a pesar de la intensidad que pueda sentir en el momento.
Fuente: Mejor con Salud.
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