Que los tratamientos inmunológicos contra las alergias, ya sean respiratorias o de cualquier otro tipo, funcionen podría depender en buena parte de lo que marca la báscula.
Una investigación del Instituto Salk y de la Universidad de San Francisco (UCSF) sugiere que la obesidad puede llegar a reconfigurar el sistema inmunitario, de forma que los tratamientos inmunológicos para las alergias y el asma podrían no ser tan efectivos. Lo positivo del asunto es que combatir el sobrepeso podría ser una buena estrategia para tratar mejor estas enfermedades.
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El caso de la dermatitis atópica
Un ejemplo claro de cómo la obesidad puede afectar a los tratamientos inmunológicos puede verse en la dermatitis atópica, un tipo común de inflamación alérgica de la piel.
En experimentos anteriores realizados en ratones con dermatitis, los investigadores ya habían comprobado que cuando eran tratados con medicamentos que se dirigen al sistema inmunológico, su piel engrosada y con picor se curaba rápidamente.
Pero ahora han descubierto que el mismo tratamiento en ratones obesos incluso empeora la piel. Esto se debe a que la obesidad altera los mecanismos de la inflamación alérgica, tanto en ratones como en humanos.
«Vivimos en una era en la que la tasa de obesidad está aumentando en todo el mundo. Los cambios en la dieta y la composición corporal pueden afectar el sistema inmunitario, por lo que debemos pensar en cómo las enfermedades que involucran al sistema inmunitario pueden diferir entre los individuos», ha señalado Alex Marson, director del Instituto de Inmunología Genómica Gladstone-UCSF y coautor del estudio.
«Nuestros hallazgos demuestran cómo las diferencias en nuestros estados metabólicos individuales pueden tener un gran impacto en la inflamación y cómo los medicamentos disponibles podrían mejorar los resultados de salud», ha afirmado Ronald Evans, coautor del estudio y director de Expresión génica del Instituto Salk.
Inflamación crónica
Las cifras de obesidad son realmente alarmantes. Según datos recientes de la OCDE, en España un 69 % de hombres y un 54 % de mujeres sufren sobrepeso u obesidad. En Estados Unidos, se estima que en 2030 la mitad de la población será obesa.
Y es bien sabido que la obesidad, clasificada también como un estado inflamatorio crónico, altera el sistema inmunológico de muchas maneras.
- Recordemos que la inflamación crónica de bajo grado, uno de los descubrimientos de la ciencia de la última década, es un mecanismo fisiológico que provoca un aumento de las citoquinas (sustancias inflamatorias) en sangre y se ha asociado a más riesgo de enfermedades.
La obesidad reconfigura el sistema inmunitario
Volviendo al estudio, los investigadores intentaron descubrir por qué en los ratones obesos con dermatitis no funcionaba el tratamiento inmunológico e incluso desarrollaban una enfermedad más grave que los animales delgados.
«Lo que esperábamos ver en los ratones obesos era solo un mayor grado del mismo tipo de inflamación. En cambio, vimos un tipo de inflamación completamente diferente», ha señalado Sagar P. Bapat, primer firmante del estudio. La explicación es la siguiente:
- Las células T del sistema inmunitario ayudan a protegernos contra infecciones pero también se vuelven hiperactivas en enfermedades autoinmunes o alergias.
- Estas células se agrupan en tres tipos: células TH1, TH2 y TH17. Los científicos habían considerado la dermatitis atópica como una enfermedad TH2; eso significa que las células TH2 son las que causan la inflamación de la piel.
En ratones delgados con dermatitis atópica, vieron que las células TH2 estaban activas. Sin embargo, en ratones obesos también con dermatitis, se activaron las células TH17. ¿Qué implica esto? Pues que la dermatitis atópica que se genera en un ratón obeso es diferente a la de un ratón delgado.
Entonces, si son dermatitis diferentes, ¿funcionan los mismos fármacos? Probablemente no.
Fármacos que no funcionan en obesos
En los últimos años, los científicos han desarrollado fármacos destinados a tratar la dermatitis atópica amortiguando la respuesta de las células TH2.
Cuando Bapat y sus colegas trataron a ratones obesos con uno de estos medicamentos, no solo no se alivió su dermatitis atópica, sino que empeoró significativamente la enfermedad.
«El tratamiento se convirtió en un antitratamiento. Esto sugiere que pueden haber gemelos idénticos que se presenten en el hospital con la misma enfermedad, pero si uno es obeso y el otro es delgado, tal vez el mismo medicamento no funcione en ambos», asegura Bapat.
Más allá del experimento con ratones, el equipo también analizó datos de pacientes humanos con enfermedades alérgicas, incluidos 59 pacientes con dermatitis atópica, así como cientos de personas con asma (afección que implica de manera similar una reacción del sistema inmunitario).
Y descubrieron que las personas obesas también tenían más probabilidades de sufrir un tipo de inflamación distinta como la que se había visto en el modelo de ratones (asociada a las células TH17 en lugar de a células TH2).
Es cierto que se necesitan más estudios en humanos, pero los datos sugieren que la obesidad provoca un cambio en el sistema inmunitario que cambia también la enfermedad alérgica y afecta a la eficacia de los fármacos.
Fuente: Saber Vivir.
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