REDACCIÓN. La compañía farmacéutica Eli Lilly anunció que una nueva droga experimental aplacó de manera sustancial la gravedad del COVID-19 en pacientes nuevos.
Y con ello redujo las chances de que requieran ser hospitalizados como consecuencia de la enfermedad.
En concreto, se trata de un anticuerpo monoclonal. Es producido por un paciente recuperado, que la farmacéutica logró replicar.
El anuncio es consecuencia del análisis de resultados obtenidos en una serie de ensayos internos de la compañía. Todavía no han sido evaluados por colegas de quienes los realizaron. Tampoco fueron divulgados en publicaciones científicas.
No obstante, en diálogo con The New York Times, el director del Instituto para la Salud Global y Enfermedades Infecciosas, Myron Hill, se mostró “impresionado”. Él es de Carolina del Norte. Indicó a su vez que el ensayo parecía “riguroso” y que los resultados eran “realmente atractivos”.
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Los ensayos probaron la droga en más de 450 pacientes diagnosticados con COVID-19. El 1,7 por ciento de aquellos que la recibieron terminaron siendo hospitalizados, en contraste con el 6 por ciento de quienes integraron el grupo placebo.
La cifra representa una reducción del 72 por ciento en la cantidad de pacientes que desarrollaron condiciones graves. Los integrantes del primer grupo también mostraron menos síntomas que aquellos del segundo.
El objetivo de la farmacéutica es probar la droga en 800 personas de distintas edades y categorías de riesgo a lo largo de los Estados Unidos. Al igual que ha sucedido con las distintas investigaciones relacionadas a tratamientos para el COVID-19.
El proyecto avanza a velocidades que no tienen precedentes en la industria médica, según creadores.
Anticuerpo
El anticuerpo no produjo efectos secundarios significativos. Y Eli Lilly indicó que una dosis debería generar suficientes anticuerpos durante un mes.
Un aspecto novedoso del potencial tratamiento es que puede ser aplicado a quienes presentan casos leves o moderados. Actualmente, aquellos que han sido aprobados -el remdesivir y la dexametasona- están circunscriptos a los cuadros que han requerido hospitalización. Alrededor del 80 por ciento de los pacientes de COVID-19 muestran síntomas leves o moderados.
Para crear el anticuerpo monoclonal, científicos de la farmacéutica juntaron plasma de pacientes que se habían recuperado de la enfermedad. Para luego comparar los miles de anticuerpos recuperados. Y luego seleccionar aquellos que parecían más fuertes.
Luego, los científicos descifraron la secuencia genética del anticuerpo. Procedieron a introducir ADN con esa secuencia dentro de ovarios de hamsters, convirtiéndolos de esa manera en “fábricas de anticuerpos en miniatura».
Una vez que la cantidad de anticuerpos y bacterias inundaran los recipientes, los trabajadores remueven las segundas. Lo anterior, para quedarse únicamente con las primeras.
Costos
El proceso, no obstante, es extremadamente caro dada la complejidad del proceso de producción de la droga. Dura entre dos y cuatro meses. Y debe tener lugar en el marco de un ambiente aséptico y frío.
El costo es consecuencia de la inversión. Eso porque requiere mantener en condiciones un ambiente de magnitud tal, que permita producir amplias cantidades de anticuerpos monoclonales.
La farmacéutica está probando la droga en residencias de ancianos. Eso para determinar si es también capaz de prevenir la aparición de la enfermedad en trabajadores y residentes.
La compañía dijo que hablaría con las agencias reguladoras sobre posibles próximos pasos. No obstante, es demasiado pronto para especular sobre si estos resultados provisionales podrían llevar a alguna acción que permita su uso temprano.
Fuente: Infobae
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