MÉXICO. Una nueva caravana conformada por cerca de 1.000 migrantes salió la madrugada de este domingo desde Tapachula, en el sureño estado mexicano de Chiapas, con destino a San Pedro, Tapanatepec, Oaxaca, en busca de documentos temporales que les permitan movilizarse hacia la frontera norte con Estados Unidos.
Según medios internacionales, decenas de niños y mujeres conforman la nueva caravana de migrantes. Esos grupos vulnerables de la sociedad se colocan a la vanguardia de los indocumentados provenientes principalmente de centro y Suramérica, así como de África.
Alrededor de las 05.00 a.m. hora local, la multitud con banderas y algunas cartulinas tomaron las calles y caminaron rumbo a la carretera costera tramo Tapachula – Tapanatepec, donde caminarán unos 300 kilómetros, si las autoridades los dejan avanzar de manera libre.
Ana Briseño, vocera de la caravana de migrantes, originaria de Venezuela, indicó que lo único que buscan es seguir su camino a Estados Unidos.
«Los que estamos aquí no hemos cometido ningún delito, no tenemos por qué estar presos, lo que se requiere es un permiso que nos permita llegar», argumentó.
De igual forma, agregó que en la estación migratoria siglo 21 firman un permiso donde ellos mismos se entregan para ir a la frontera de México con Guatemala, a donde no quieren retornar porque ya no tienen recursos para volver a su país, ya que su objetivo es llegar a su destino final: Estados Unidos.
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«Un futuro mejor»
Erik Kaisen, migrante proveniente de Quito, Ecuador, dijo a Efe que salió de su país por la corrupción y en busca de un futuro mejor.
«Me uní con mi esposa que es venezolana, muchos ecuatorianos llegaron a San Pedro Tapanatepec, donde les dieron el permiso porque han llegado en caravana y recibieron la ayuda para poder seguir adelante», relató.
En los últimos días, de Tapachula han salido unas 6 caravanas de migrantes de unas 400 o 500 personas. Todos ellos decidieron emprender el viaje porque no pudieron realizar los trámites migratorios por la larga espera que les toma acudir a las instituciones gubernamentales en esta ciudad fronteriza con Guatemala.
Los extranjeros, sobre todo mujeres y hombres, califican a México como la «Selva de metal», debido a que caminan por un ardiente asfalto que les desgasta la planta de los pies causándoles ampollas. Tampoco cuenta con suficiente agua, alimentos y la nula presencia de los organismos de derechos humanos.
Piden que los dejen transitar
Jesús Ramón Barrios Ramírez, migrante de Venezuela, pidió al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que los deje transitar.
«Hoy nos unimos a esta marcha para poder transitar y al no poder avanzar se van a ir uniendo muchos más grupos», aseguró.
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