¡Una verdadera tragedia ocurrió ayer en el estadio Nacional de Tegucigalpa durante el juego de gran final entre Motagua y Honduras Progreso!
Cuatro personas perdieron la vida producto de una revuelta que se produjo al momento que cientos de aficionados intentaban hacer su ingreso al inmueble capitalino.
El cuadro dantesco ocurrió minutos previos del comienzo del juego de gran final entre Motagua y el Honduras Progreso.
En las afueras del inmueble capitalino, eran cientos las personas que querían hacer su ingreso al estadio.
Tanta era la acumulación de personas para poder ingresar por dos diminutos portones, que la aglomeración impidió el acceso.
Muchos eran los gritos de clamor, para que pudieran abrir completamente el gigantesco portón, y evitar una desgracia mayor.
Así se hizo, pero en el tropel de las personas, algunas cayeron al suelo, siendo pisoteadas por las demás, hasta perder la vida.
En el lugar quedaron muertos dos aficionados y varios heridos. Al primer centro hospitalario del país llegaron dos lesionados, que horas más tardes, fallecieron.
¿Se perdió la sensibilidad humana?
Lo dantesco ocurrió minutos después.
El juego tomó su curso normal. El partido comenzó y la fiesta en las gradas estalló, inmutados en ningún momento con la presencia de dos personas fallecidas.
Y es que las autoridades deportivas, y los dirigentes el fútbol catracho, ya se enteraban de las desgracia ocurrida. Pero en ningún momento se determinó la cancelación del mismo.
En el hirviente suelo de la pista del estadio Nacional, fueron colocados los cadáveres de dos personas. Estos, a la vista de los aficionados del sector de sol, que observaban el desarrollo del juego.
Sin la presencia de las autoridades del Ministerio Publico (MP), se tomó la medida de trasladar los cadáveres a la morgue capitalina en una patrulla de la policía.