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viernes, noviembre 22, 2024

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TEGUCIGALPA, HONDURAS. Un par de niños más, con graves lesiones, fueron ingresados la noche de este martes al hospital de la Fundación Hondureña para el Niño Quemado (FUNDANIQUEM).

Uno de los casos es el de un pequeño de solo dos años que cayó en una olla donde cocinaban nacatamales el 23 de diciembre en la colonia Brisas del Norte de La Ceiba, según confirmó su madre, Jensy Ortíz.

La doctora Jennifer Rivas relató que, desde el día del incidente y hasta el 28 de diciembre, el niño permaneció en La Ceiba. Fue ayer que se decidió trasladarlo de Ceiba hacia Tegucigalpa; sin embargo, a la altura de El Progreso, estaba inestable e incapaz de seguir el camino.

«Es por ello que solicitamos a la ambulancia que se desviara y lo llevara al Hospital Mario Catarino Rivas. Ante la imposibilidad de trasladarlo, allí lo ingresaron a la Unidad de Cuidados Intensivos y estuvieron brindándole el tratamiento por la noche», describió la galena.

En cuanto el infante se estabilizó, se coordinó el transporte aéreo con la Fuerza Aérea de Honduras (FAH) hacia Tegucigalpa. De acuerdo al reporte médico, el 30 % de su cuerpo tiene quemaduras y tiene afectación en el 100 % de su área genital, una zona considerada «especial» por los médicos.

Rivas detalló que, ante la gravedad de su condición, estará ingresando cada 48 a 72 horas al quirófano las veces que sea necesario. Además, el personal que está a su cargo evaluará qué partes de su cuerpecito necesitan intervenciones adicionales o la aplicación de injertos.

Recuento del 24 de diciembre: al menos 11 personas quemadas reportan en TGU y SPS

Estragos de la pólvora

En FUNDANIQUEM también se reportó la llegada de un menor de 12 años procedente de la colonia Villanueva de Tegucigalpa, ciudad capital de Honduras. Él sufrió una grave lesión en una mano debido a manipulación de pólvora.

«El niño se encontró un mortero en la calle, lo agarró y le explotó en las manos, le daño tres dedos de su mano izquierda y será intervenido quirúrgicamente», detalló Rivas.

La médica también expresó que la sala para los niños quemados está casi al límite, pues solo tienen cupo para un pacientes más. La semana pasada se reportaron cinco altas médicas que liberaron espacios, pero poco a poco se han vuelto a llenar.

Rivas externó que lo anterior es preocupante dado que están recibiendo de dos a tres niños diarios y ya se avecinan los festejos alusivos al fin de año e inicio del siguiente.


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