San Pedro Sula, Honduras. «Mi niño de la nada empezó a vomitar en reiteradas ocasiones, estaba bien deshidratado y no quería comer, solo tomaba agua. Acudí al médico pensando que no sería nada grave pero cuando me dijeron que mi pequeño había desarrollado diabetes tipo 1, fue impresionante para mí, porque nadie de mi familia lo padece», dijo a Diario Tiempo, Daysi Gámez, madre de familia de un pequeño con diabetes.
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a la manera en que el cuerpo convierte los alimentos en energía. Para entenderlo de manera sencilla, el ser humano produce una sustancia en el páncreas que se llama insulina, que actúa como una llave para que el azúcar en la sangre ingrese a las células del cuerpo para usarla como energía.
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Con diabetes, su cuerpo no produce la suficiente cantidad de insulina o no puede usar adecuadamente la insulina que produce. Y cuando no hay suficiente insulina o las células dejan de responder a la insulina, queda demasiada azúcar en el torrente sanguíneo y con el tiempo, esto puede causar problemas graves de salud.
Estadísticas
«En el Hospital Mario Rivas de SPS atendemos un total de 90 pacientes menores de 10 años con diabetes tipo 1 y 2, según el último censo de febrero de 2024», dijo a Diario Tiempo, Paola Bonilla, endocrinóloga de dicho centro asistencial.
Y añadió que en Tegucigalpa, en el Hospital María, se atienden más de 300 según estadística, hasta julio de 2023. Para la especialista, el aumento de estos casos con diabetes fue notorio durante y después de la pandemia del Covid-19. «Antes teníamos diagnosticados dos pacientes al mes, ahora entre 3 y 5 al mes», dijo Bonilla.
Entre tanto, en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) zona norte, la cifra se eleva a 170 niños con diabetes 1 y 2, así lo informó a este medio, Elba Campo, endocrinóloga pediátrica del IHSS, zona norte.
Tipos de diabetes
Existen varios tipos de diabetes, pero las más comunes son la diabetes tipo 1 y tipo 2, ambas pueden ocurrir a cualquier edad pero en un niño tiene más probabilidad de padecer la tipo 1. En esta, las personas tienen una falta completa de insulina. Y en la tipo 2, tienen muy poca insulina o no la pueden utilizar eficazmente.
Los síntomas de la tipo 1 se desarrollan rápidamente, usualmente en el transcurso de varias semanas. Y se desarrolla generalmente en la infancia o adolescencia. Mientras que muchas personas con diabetes tipo 2, no tienen ningún síntoma por muchos años y cuando se le desarrollan, es de forma lenta con el transcurso del tiempo.
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Medicamentos
La medicación que necesita un niño con diabetes tipo 1, a nivel mundial, se llama análogos de la insulina (imitan el patrón natural de liberación de insulina del cuerpo).
La endocrinóloga Bonilla explicó que los análogos de la insulina, son unas insulinas que vienen en lápiz, que tienen una mejor tecnología y mantienen mejor controlado al paciente.
El que la usa no ingresa con eventos de cetoacidosis diabética (ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente insulina para permitir que el azúcar en la sangre ingrese a las células para usarlo como energía).
«En el Hospital María y en el Hospital Escuela, sí hay análogos de insulina que son los lápiz, nosotros no tenemos, utilizamos lo que se usaba desde que es inventó la insulina, la NPH y la Cristalina que incluso, en otros países ya no se está utilizando», explicó Bonilla.
En el IHSS zona norte, afortunadamente hay disponible análogos de insulina tanto de la rápida como de la lenta, además de glucómetros y bombas de insulina, así lo indicó la especialista Elba Campo.
Llamado a la SESAL
Autoridades del Hospital Mario Rivas han enviado notas y están haciendo una gestión importante con el Gobierno para adquirir el medicamento. «El problema del Gobierno es que la Secretaría de Salud (SESAL) no ha hecho inclusión de nuevos medicamentos. Y es una urgencia incluir la insulina análoga en plumas para los niños, porque aproximadamente un papá gasta al mes de L 3 mil a 8 mil al no haber este tipo de medicamentos», indicó la endocrinóloga Paola Bonilla.
Alerta
La especialista Bonilla señaló que la mayoría de los pacientes que ingresan al Hospital ya vienen en estado grave, en una condición llamada cetoacidosis diabética.
«La cetoacidosis diabética es nuestra principal causa de ingresos y de diagnóstico en los niños diabéticos tipo 1″. La mayoría de los pacientes ingresan así, son pocos los niños que se diagnostican antes de llegar a esa gravedad», añadió.
Crean una Fundación
Esta enfermedad es una carga emocional para los padres y económica también. Es por ello que muchos padres de familia se han unido para formar la Fundación Pacientes Diabéticos de la zona noroccidental. Con ella buscan recaudar fondos para comprar medicamentos que son de elevado costo.
La odontóloga Melissa Alejandra Ramírez es la tesorera de dicha Fundación. Ella indicó a este medio que para poder tratar la diabetes se requiere de medicamentos bastante caros, como la insulina que se les aplica de por vida y este no lo proporciona el Hospital Mario Rivas. «Hacemos actividades todos los lunes y viernes, vendiendo pupusas aquí en el hospital para recaudar fondos. También, hacemos actividades anuales de cine, una caminata y rifa», dijo Ramírez.
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Otra de las actividades que realizan es, apadrinar un niño con un sensor de glucosa. Aparato que se coloca en el brazo del menor y permite regular su nivel de azúcar. Esto evita que se le esté pinchado el dedito al niño, alrededor de 10 veces diarias. La duración del aparato es solo por 14 días y tiene un costo de L2,100.
Se recomienda a todo paciente con diabetes que cuide su alimentación, haga ejercicio y mantenga el control de la glucosa.
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