TEGUCIGALPA, HONDURAS. Dos menores de edad, una niña de 2 años y un niño de 11, son las últimas víctimas reportadas con lesiones por pólvora luego de las fiestas de fin de año en Honduras.
La primera es una niña de 2 años procedente del municipio de Talanga, Francisco Morazán. La pequeña sufrió quemaduras de primer y segundo grado tras manipular una luz de bengala en las celebraciones del 31 de diciembre.
Los bomberos de Talanga le brindaron atención de primera mano, luego la trasladaron hasta el hospital Materno Infantil de Tegucigalpa, donde permanece en compañía de su madre.
La menor fue identificada como Thifany Soath Hernández, y hasta el momento se desconoce su estado de salud.
Con el caso de Thifany Soath, la más pequeña de las víctimas lesionadas por la manipulación de pólvora por los festejos de Año Nuevo, la cifra de afectados sube a 12.
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Menor de 11 años en FUNDANIQUEM
El otro menor de 11 años que resultó con quemaduras en su mano derecha por la manipulación de un mortero ingresó Fundación Hondureña para el niño quemado (FUNDANIQUEM).
El doctor Darío Zúniga detalló que el pequeño es procedente de Juticalpa, Olancho. Al momento del incidente, en las fiestas de fin de año, sus familiares lo trasladaron al hospital San Francisco.
Debido a la magnitud de las quemaduras fue remitido desde su natal Olancho, hasta Tegucigalpa para recibir la atención y cuidados médicos pertinentes.
La quemadura sucedió porque el menor tomó el mortero con su mano derecha y le estalló, produciéndole heridas en algunos de los dedos, sin producirle amputación.
El doctor Zúniga, además, explicó que el niño tiene una herida considerable en la base del primer dedo, por lo que tiene que intervenirse quirúrgicamente en el hospital.
Regulación de la pólvora
“Esta cuestión de la pólvora hay que sentarse, hay que platicar y hacer las cosas bien. Es importante legislar y hacer leyes que realmente hagan sentir que la gente tiene que desistir de usar explosivos”, expresó el doctor Zúniga.
«Y debe ser tanto en los lugares que no es prohibido y en los que sí. Tienen que haber leyes que hagan el control de seguridad en la fabricación y comercialización de este producto», añadió el galeno.
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