El caso del niño asesinado en Lempira llega a su fin, luego de que un testigo protegido identificara al detenido el pasado 9 de enero en la zona occidental de Honduras, como el que disparó y le quitó la vida a José Esteban Lara Flores.
En ese sentido, el Juzgado de Letras de Gracias, Lempira, dictó Auto de Formal Procesamiento con Prisión Preventiva para José Macario Villanueva Lara de 25 años de edad por el asesinato del menor José Esteban de 11 años.
Asimismo, el testigo protegido fue parte fundamental para la medida dictada. Las pruebas presentadas por la Fiscalía y las palabras «él con el arma que andaba en la mano le apuntó en la frente y le disparó», fueron suficientes en el caso.
El menor Lara Flores fue descrito como un héroe. Sin importarle su edad o estatura, se habría enfrentado al sujeto que quiso abusar de su hermana dos años mayor.
Los dos pequeños de 11 y 13 años se dirigían hacia la vivienda de su abuela cuando se toparon a Villanueva Lara. Acto seguido, este tomó por la fuerza a su hermana y José Esteban interfirió. Segundos después el sujeto le disparó en la frente.
La herida fue letal y el menor no pudo sobrevivir. Su madre contó que al llegar a la escena, su hijo ya estaba muriéndose. Aunque trataron de llevarlo con vida al hospital, su cuerpecito no lo soportó más y en el caminó, se desvaneció.
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Cuando el vinculado con el crimen fue detenido, él negó las acusaciones. Con nerviosismo, expresó que lo estaban acusando de un asesinato con el que no estaba relacionado.
“Yo sí conocía a la niña, somos amigos allí”, confirmó. En ese sentido expresó que en ningún momento la tomó del brazo y menos disparó. “Pistola no tengo. A la fuerza compro puñitos de maíz para comer”, concluyó
